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El museo Balenciaga luce el vestido de novia de la reina Fabiola

La galería del modesto getariarra inauguró ayer la exposición ‘Fabiola de Bélgica. Vestido nupcial’

El museo Balenciaga luce el vestido de novia de la reina Fabiola

getaria - “La confección del vestido de novia de Fabiola de Mora y Aragón, reina consorte de Balduino de Bélgica, fue todo un acontecimiento en la Maison Balenciaga por la cercanía que la joven tenía con el marquesado de Casa Torres”, dijo ayer Igor Uria, director de colecciones del Museo Balenciaga. Y, es que el museo de Getaria inauguró ayer la exposición que recolecta todos los detalles de la creación del vestido que Fabiola de Bélgica llevó en su boda, así como los secretos y rumores que circularon acerca de la ceremonia, bajo el título: Fabiola de Bélgica. Vestido nupcial.

“Es una pieza que está hecha con un maravilloso tejido donde el vestido y la cola son una única pieza, están cosidas con algunos pequeños trucos. La capa, que arranca desde los hombros, mide tres metros, aunque con una anchura muy considerable de 2,2 metros y está ribeteada por un visón blanco”, explicó Uria.

Tras formar parte de la exposición Balenciaga y la pintura española, organizada por el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, entre el 18 de junio y el 22 de septiembre de este año, y antes de su descanso por motivos de conservación en los almacenes del Museo Cristóbal Balenciaga, “hemos decidido exponer la historia y el contexto en la creación del icónico vestido de novia de Fabiola de Mora y Aragón”, señaló Uria.

La prenda, una de las más icónicas de la casa de Alta Costura por su gran transcendencia pública, se elaboró en el departamento de fantasía de uno de los talleres que Balenciaga tenía en Madrid. “Las encargadas de hacerlo fueron Felisa Irigoyen y las hermanas Carriches Urías, Emilia -conocida familiarmente como Emilita- y Carmen. Una vez terminado, una de ellas (diría que Emilia, aunque no lo sé con firmeza) fue a Bruselas acompañada por Ramón Esparzá, un colaborador muy cercano a la casa Balenciaga, para llevárselo personalmente a la reina Fabiola”, apuntó Uria.

Más allá de su valor como creación material ideada por Cristóbal Balenciaga, su significado histórico y comunicativo convierte a este vestido en un icono de la moda del siglo XX. Y como tal fue recibo por la Fundación Cristóbal Balenciaga en 2003 por donación personal de S.M. Doña Fabiola de Bélgica, implicada en el proyecto del Museo desde sus inicios.

Tras la desaparición del modisto, muchas de las exposiciones sobre Balenciaga que se organizaron incluyeron este vestido, “en 2012 también se expuso esta pieza icónica en Getaria, pero es la primera vez que lo hacemos poniendo el foco en el vestido y la ceremonia de ese día”.

La boda con el hijo del rey Leopoldo III se celebró el 15 de diciembre de 1960 en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas. “Fue la boda real retransmitida en directo por televisión de la historia”, aclaró el experto en moda. “La imagen del regio vestido nupcial de Balenciaga queda grabada de forma indeleble en la memoria de miles de espectadores, y lo convierte -en virtud de este impacto asociativo sin precedentes- en una de las piezas más icónicas del modista getariarra”, añadió.

un secreto absoluto La discreción, no contar nada a nadie, es uno de los valores de la casa Balenciaga, y “esta creación se hizo con el mismo secretismo con el que se trabaja para todas las clientas”, detalló el jefe de colecciones del Museo Balenciaga. A pesar de que la prensa llegó a generar y publicar diferentes bocetos, en los que “siempre se hablaba de la simplicidad a la vez que la majestuosidad aportada por una capa”. Entre todos los rumores, destaca el atribuido a la propia Fabiola, que llegó a “rechazar tres diseños por ser demasiado regios”.

La exposición estará visible en Getaria hasta el día 15 de diciembre porque “es el día en que se casó y, a la vez, guardó su vestido en el armario”, concluyó.