El Victoria Eugenia se viste de Studio 54

Música disco, cabaret, circo, teatro, club, danza y humor. Desde hoy y hasta el domingo, el Victoria Eugenia viajará en el tiempo y en el espacio y se convertirá en el mítico Studio 54. Lo hará de manos del espectáculo The Hole Zero, una precuela que se aleja del cabaret europeo de sus dos obras anteriores y se sumerge en una fiesta del fin de año de 1979.

Después de haber trabajado en la primera parte, The Hole, la actriz cómica Cristina Medina, conocida por interpretar el papel de Nines en la ficción televisiva La que se avecina, vuelve a ser la Maestra de Ceremonias, papel para el que ahora es la titular pero que se van rotando entre varios actores, entre ellas, Pepa Charro, la Terremoto de Alcorcón.

Situar la historia en el Studio 54 es la “excusa dramatúrgica” para unificar todos los números y darles un sentido a las historias que vendrían después. Los números son nuevos: “Para mí son los más espectaculares”, afirma Medina, que construye a una protagonista con “muy poca vergüenza”. The Hole Zero, espectáculo levantado por la productora LetsGo -responsable, entre otros, del musical La familia Addams que ha podido verse este verano en Donostia- es la génesis de todo lo que acontece en el Agujero, al tiempo que el club, que bajó las persianas en febrero de 1980, se convierte en el espacio en el que la Maestra de Ceremonias buscará cumplir con el lema del local: El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría.

Formada como clown en Reino Unido durante la década de los 90, Medina describe a su Maestra de Ceremonias como “mentalmente limitada”. No obstante, el “absurdo” no es un humor ajeno a la actriz, es el tipo de comedia que ha trabajado desde que fundase Pez en Raya a finales del siglo pasado. “El clown no es el payaso, sino la búsqueda de la propia estupidez”, expone.

Como conductora de este cabaret, Medina tiene que estar “con las antenas puestas” y tomar el pulso al público, percibir “cuál es su energía” y transformarla sobre el escenario, trabajo que le resulta gratificante: “Esa es la clave, si tu disfrutas, el público también disfrutará contigo; si estás amargado, el público también lo nota”.

Como anfitriona en el Victoria Eugenia, Medina se dirigirá al público, como si fuesen los asistentes a la fiesta de fin de año. Tiene por costumbre hacer algún chiste con alguna persona presente entre el respetable, mientras que el cuerpo de bailarines también hace partícipe al público cuando danza entre el patio de butacas. “El público interactúa como público, ni más ni menos; se juega con su energía”, explica.

Los dos primeros espectáculos consiguieron llegar hasta un millón y medio de espectadores a nivel del Estado. En el caso de The Hole Zero lleva girando desde el año 2016, aunque Medina volvió a incorporarse esta primavera. Para la actriz, cada intérprete dota al personaje principal de unos rasgos distintos y eso también tiene su repercusión en los espectadores, que llegan a repetir con la obra, para ver las diferencias entre un Maestro de Ceremonias y otro.

En este sentido, Medina pone en valor el trabajo de los secundarios. Al fin y al cabo, los protagonistas se van rotando en función de sus compromisos, pero el resto del equipo viaja de una plaza a otra. “Es algo verdaderamente de circo, tu vida está ahí dentro. Esta profesión requiere de toda tu vida. Para los que estamos encima del escenario, este espectáculo es un gasto de energía potente”.