donostia - Semiramide es la última ópera seria de Gioachino Rossini. Fue compuesta en dos actos con un libreto escrito por Gaetano Rossi, basada en la tragedia Sémiramis, de Voltaire. Con ella, el genial compositor de Pésaro cerró su brillante etapa italiana para luego empezar su no menos triunfal época francesa.

Fue estrenada en el teatro La Fenice de Venecia, en 1823, contiene tal cóctel de características sorprendentes que hacen de ella una ópera especial, como son la grandiosidad de sus escenas, la majestuosidad de la Obertura, una de las piezas más famosas de la ópera y una de las más interpretadas de Rossini en conciertos y recitales; los grandes duetos, la complejidad dramatúrgica y su espectacular vestuario. Semiramide es lo que se suele definir como una ópera perfecta en donde música y teatro dialogan formando una única entidad.

La Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO-OLBE) recupera la obra de Rossini 24 años después de su última representación en el Coliseo Albia. Su director artístico, Cesidio Niño, reconoció ayer en la presentación de la obra, que “Semiramide marcó un después para el resto de los grandes compositores del género como Donizzetti, Verdi o Wagner, quienes estaban en la niñez cuando el maestro de Pésaro compuso su partitura”.

Según remarcó Niño, para afrontar este melodrama clásico, que subirá a escena en Euskalduna los próximos días 16, 19, 22 y 2, es necesario contar con cantantes sólidos, con voces bien preparadas y que sean acordes con lo que se va a representar. La ABAO ha fichado para esta ocasión a voces de excepción, como la de Silvia Dalla Benetta, que sustituye a última hora a la estadounidense Angela Meade para sus representaciones en Bilbao.

A su lado, la mezzosoprano italiana Daniela Barcellona, recientemente nominada como mejor cantante femenina en los 2019 International Opera Awards, que regresa a la ABAO para encarnar a Arsace, rol travestido que implica una dificultad adicional al tener la intérprete que concentrarse en parecer en todo momento un hombre tanto desde el aspecto musical como escénico. Cierran el cuarteto el bajo menorquín Simón Orfila, que pone voz a Assur, y el tenor José Luis Sola, como Idreno. Les acompañan el bajo Richard Wiegold, como Oroe; la soprano Itziar de Unda, como Azema; el tenor Josep Fadó, como Mitrane, y el bajo David Sánchez, como Fantasma de Nino.

La Sinfónica de Bilbao estará dirigida por el Alessandro Vitiello, gran conocedor de esta partitura, quien destacó que en la representación que se prepara observa “una gran coherencia con la obra de Rossini, ya que todos trabajan al servicio de la música y de la dramaturgia de la obra”.

La producción corre a cargo del Teatro de San Carlo, de Nápoles, que trabajará por primera vez en el Estado, y consta de un gran escenario con 51 movimientos escénicos a la vista del público.

Un mundo primitivo La directora de escena encargada de la producción, Marian Bianchi, explicó que el montaje que se verá en el Euskalduna no es una versión clásica inspirada en la fastuosidad y riquezas de la Babilonia clásica, sino que se verá la representación de un mundo más primitivo, bárbaro y crepuscular que se encuentra en decadencia y avanza hacia su destrucción. Preguntada por si ve similitudes con la situación actual, Bianchi no dudó en contestar rápidamente que sí: “Es una lucha por el poder, como en la actualidad”, reconoció.

Cúando. Los días 16, 19, 22 y 25 en Euskalduna. Todas las funciones son a las 19.30 horas. Entradas disponibles a partir de 36 euros.

Argumento. El melodrama creado en 1823 por Rossini está basado en la tragedia de la reina de Babilonia ‘Semiramis’ escrita por Voltaire, y relata las intrigas para conseguir el amor, y el trono, de la legendaria gobernante babilonia, y su violenta muerte a manos de su amado.

Elenco. ABAO ha seleccionado un elenco de voces “rossinianas” encabezado por la soprano Silvia Dalla Benetta, la mezzosoprano Daniela Barcellona y el bajo Simón Orfila.

Producción. A cargo del Teatro de San Carlo, de Nápoles. La Sinfónica de Bilbao estará dirigida por Alessandro Vitiello.