Nada es para siempre. Si el año pasado el panorama musical vasco se lamentaba del agur del grupo de ska Vendetta -reconvertido en Modus Operandi al unirse exmiembros de esta banda con exparticipantes de Betagarri, que echó la persiana en 2017-, durante este 2019 varios grupos vascos de larga trayectoria también dirán adiós, algunos de forma definitiva y otros solo para un parón temporal.
El grupo zarauztarra Delorean comenzó a despedirse de los escenarios el pasado sábado y lo hizo a lo grande, agotando las entradas de la casa de cultura de Intxaurrondo, en un concierto ubicado dentro del circuito DKluba de la capital.
Como aparición sorpresa, los catalanes E.J. Marais actuaron como teloneros de los de Zarautz, que presentaron un setlist centrado en sus trabajos a partir de 2008, tal y como ya anunciaron en la entrevista publicada en este periódico la semana pasada. Fue aquel año cuando el guitarrista Iñigo Astrain se sumó al grupo compuesto por Igor Escudero (batería), Unai Lazcano (guitarra y teclado) y Ekhi Lopetegi (voces y bajo).
La banda se fundó en marzo de 2000 y su primer disco, Silhouettes (2001), hizo las delicias del público y la crítica. En estas casi dos décadas en la carretera han publicado hasta ocho LP y con su último álbum, Mikel Laboa, Delorean ha querido “cerrar el círculo”. La posibilidad de enfrentarse a un nuevo disco de estudio y a su posterior trabajo de promoción se le hizo cuesta arriba a este cuarteto -cada uno involucrado, además, en otros proyectos-, que ha girado por todo el mundo rompiendo las fronteras patrias. “Preferimos dejarlo en todo lo alto que tener que estar pensando en el futuro”, reconocía la semana pasada Escudero.
Después del inicio de su gira de despedida en Intxaurrondo, los gipuzcoanos viajarán el 22 de febrero a Barcelona para actuar en la sala Apolo, mientras que un día después estarán en Madrid, en el teatro Barceló. Delorean se subirá por última vez a los escenarios en marzo, en un espectáculo que ofrecerán el día 15 en el Kafe Antzokia de Bilbao.
Otros que durante este 2019 lo dejarán en la cumbre de su carrera serán los navarros Berri Txarrak, que el pasado mes de diciembre anunciaron “un parón indefinido” en su carrera, que sembró la locura entre sus aficionados, como demostró el colapso de la página web del grupo el día en el que se pusieron a la venta las entradas para el último concierto, que tendrá lugar en el Navarra Arena, el próximo 23 de noviembre.
Después de haber sobrepasado la barrera de los 1.000 conciertos y de haber actuado en lugares tan lejanos como Auckland (Nueva Zelanda), Nueva York (EEUU), Sao Paolo (Brasil) o Pekín (China), el power trío liderado por Gorka Urbizu ha decidido colgar la guitarra, el bajo y las baquetas, en una gira denominada Ikusi Arte Tour. Todo ello, un año después de haber logrado otro hito en la historia de la música vasca, haber colgado el cartel de No hay entradas en el BEC, espectáculo en el que reunieron a 10.000 almas, dentro de su gira de promoción del disco Infrasoinuak.
Un hito que se repetirá, por dos noches, el próximo noviembre en el citado concierto del Navarra Arena. Visto el colapso informático por la gran demanda de entradas, Berri Txarrak optó por poner otra fecha un día antes de su último show -un espectáculo para el que también se agotaron los tiques-; por lo que los de Lekunberri, con una decena de discos a sus espaldas, terminarán su carrera reuniendo la nada desdeñable cifra de 20.000 personas en dos días.
En el comunicado hecho público por el líder de Berri Txarrak, Gorka Urbizu, reconocía que después de 25 años en la carretera -Urbizu comenzó este proyecto cuando tenía 17 años, en 1994- necesitaba “tomar distancia”. “Cada día me cuesta más hacer frente al desgaste emocional y físico que me suponen más de dos décadas de actividad frenética sin pausa alguna”, afirmó.
Por su parte, otros navarros se han sumado al “descanso indefinido”. Se trata del grupo de punk Lendakaris Muertos, que tras haber estado tres años de gira y haber ofrecido 120 conciertos en ocho países, decidieron descansar después de su último concierto en la sala Apolo de Barcelona, el pasado día 19.
Las dos últimas giras fueron especialmente intensas. No en vano, su último álbum, Podrán cortar la droga pero no la primavera, se gestó y grabó durante la gira latinoamericana de 2017 en la que presentaban su anterior trabajo, Cicatriz en la Mátrix.
La banda liderada por Aitor Ibarretxe, creada en 2004, ya tuvo un parón en el año 2013 que duró dos años. Fue en 2015 cuando el guitarrista Joxemi de Ska-P se unió a la agrupación y retomaron la actividad. En esta ocasión será al revés, dado que el grupo de ska volvió el año pasado, después de cuatro años de silencio, con la presentación del trabajo Game Over.
Según dicen, las despedidas suelen ser amargas pero los reencuentros son aún más alegres, por lo que miles de seguidores seguro que guardan la esperanza de que, como Lendakaris Muertos, otros grupos tampoco cierren la puerta al retorno.