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Gorillaz, aquí y ahora, en Bilbao

El proyecto paralelo del líder de Blur, Damon Albarn, estrena ‘The now now’, su sexto disco, que presentará en el festival bilbao BBK Live el sábado 14

Gorillaz, aquí y ahora, en Bilbao

De manera sorprendente en un grupo tan atípico como Gorillaz, la banda liderada por Damon Albarn, apenas un año después de Humanz se ha editado su sexto disco, The now now (Warner), álbum de ritmos más pausados, con apenas colaboraciones externas y mayor nivel que su predecesor. “Básicamente, soy yo cantando”, explica Albarn. Gorillaz será cabeza de cartel de la última jornada del Bilbao BBK Live, la del sábado 14, con invitados como los raperos De la Soul.

Tras actuar hace apenas un mes en el Sonar de Barcelona, donde ya adelantaron algunos de sus últimos temas, Gorillaz llegará a Bilbao en menos de una semana para ofrecer este sexto disco en una jornada en la que también actuarán artistas como James, Benjamin Clementine, Noel Gallagher’s High Flying Birds, Fisherspooner y Hot Chip Megamix, entre otros.

Albarn y el autor de cómics Jamie Hewlett crearon Gorillaz a finales de los años 90. Hoy, casi dos décadas después y con una trayectoria guadianesca provocada por los distintos intereses artísticos de sus miembros, principalmente del líder de Blur, son responsables de una nutrida y jugosa colección de éxitos, de Clint Eastwood a On a melancholy hill o Feel good Inc, a caballo entre el pop, la electrónica, el dance, el hip hop y el soul.

Sorpresivamente, tras un quinto disco editado el año pasado, un Humanz desbordante de colaboraciones y menos de ideas y canciones con visos de perdurar, acaban de publicar el sexto, The now now, que incluye once temas inéditos grabados el pasado mes de febrero en los estudios 13 de Londres y producidas por Gorilllaz junto a James Ford (productor de Simiam Mobile Disco, Arctic Monkeys, Depeche Mode) y Remi Kabaka, colaborador habitual del grupo.

baile y reflexión Editado en CD, vinilo, una edición lujosa con vinilo coloreado y en plataformas digitales, The now now es un disco parido entre el núcleo creativo de Gorillaz, sin intromisiones internas, lo que facilitará su exposición este verano en festivales. En ausencia de Murdoc Niccals, al parecer en la cárcel durante un tiempo, Ace (antiguo miembro de Gangreen Gang) se ha ocupado del bajo y solo aparecen como aportaciones externas George Benson, Snoop Dog y el pionero del house Jamie Principle.

“Es mejor que Humanz y yo canto en todas las canciones”, explica Albarn sobre un álbum corto, que propone tanto el baile como la reflexión y la evocación; no solo rítmica. Al estar escrito durante la última gira, sus títulos proyectan un aura de disco de carretera, además de bastantes guiños al debut en solitario de Albarn, Everyday robots, en las canciones de tempo más sobrios. Sin acercarse a su primer disco, ni a Plastic beach, The now now brilla en comparación a su predecesor. Y lo hace con canciones imparables en ritmo y efervescencia, de Humility, un single con bonita melodía, arreglo tropical y guitarra sedosa de George Benson, a Tranz, que remite al techno de los 80, con guiños a Human League, o Hollywood, muy pop, melódica y con un ritmo que podría firmar LCD Soundsystem.

El desenfreno rítmico, entre la disco music y el funk, marca también el instrumental Lake Zurich. Eso sí, la mayoría del repertorio viaja por ritmos más lentos y complejos, con baladas sintéticas y, en ocasiones, complejas, caso de Kansas o Fire flies, con ecos de Albarn en solitario. Pero sin olvidar la melodía, ni siquiera en temas como en la triste y evocadora Idaho.

“Llamando al mundo desde el aislamiento”. Es el primer verso que canta Albarn en el disco. Y no es el único de tono lúgubre. “No voy a llorar, voy a encontrar otro sueño/¿soy incapaz de sanar?”, entona después de ironizar en Hollywood al cantar “Hollywood es perfecto, la gente tonta aplaude”. En la segunda parte del disco, tras un Sorcererz en el que se remite a la esperanza, alude a “la belleza del camino”, al regreso a casa, donde le esperan, y a la necesidad del amor en la bella Souk eye final, con su aire fresco y de aliento acústico acariciado por una percusión tropical.