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Malandain Ballet, “embajador cultural” de Donostia y Biarritz

El conjunto de baile estrenó ayer en el Victoria Eugenia su último programa

Malandain Ballet, “embajador cultural” de Donostia y BiarritzFoto: Ruben Plaza

donostia - Los ayuntamientos de Biarritz y Donostia suscribieron ayer un acuerdo con el que se refuerza su colaboración en el ámbito de la danza iniciado en 2007 con el Ballet Malandain y que permitió en 2011 la creación de Ballet T, un polo de cooperación coreográfica transfronteriza.

Michel Laborde, presidente de Malandain Ballet Biarritz, Jocelyne Castaignède, responsable de Cultura del consistorio galo, y la segunda teniente de alcalde donostiarra, Miren Azkarate, firmaron un texto que se incorpora como anexo al convenio que fue renovado hace tres años para el periodo 2015-2020.

Uno de los propósitos de la nueva alianza es reafirmar el vínculo del Malandain Ballet Biarritz con el Victoria Eugenia mediante la producción de obras del director de la compañía, Thierry Malandain, y la difusión de esas piezas en el teatro donostiarra.

Con ello, el Ballet Malandain se convertirá, fuera del País Vasco, en “embajador cultural” de Donostia y de Biarritz.

El objetivo es también reforzar los programas para acercar la danza al público, especialmente a los jóvenes, con la organización de actividades paralelas a la representación de las obras propuestas.

Se acordó, asimismo, adoptar un protocolo de comunicación conjunto entre el teatro y el Ballet, y definir y planificar las acciones comunes, sin que ello signifique que ambas entidades no tengan libertad para llegar a acuerdos con otros agentes.

El Victoria Eugenia pondrá el teatro a disposición del Malandain Ballet para residencias de creación y representaciones, así como 30.000 euros para la coproducción de una obra nueva cada año que se pueda representar en su escenario, 30.000 por dos representaciones dentro de la temporada de este espacio, 20.000 por dos funciones en la temporada estival y 15.000 para la concepción y ejecución del programa de sensibilización dirigido a todos los públicos.

Se creará además el Día del Ballet T, tres jornadas en las que se trabajarán sobre diferentes aspectos de sensibilización de la danza, que tendrán lugar del 18 al 20 de octubre.

Precisamente, el Ballet de Biarritz estrenó ayer un programa que también repetirá hoy enmarcado en el proyecto Ballet T, que se abrirá con Sirènes, una coreografía de Martin Harriague, premiado en el I Concurso de Jóvenes Creadores Clásicos y Neoclásicos organizado en Biarritz en 2016, dentro del Polo de Cooperación Coreográfica del Gran Suroeste.

Se trata de una creación con música de Vivaldi, Corelli, Araia y Raupach, que utiliza el mito de las sirenas para hablar del mar “fascinante y amenazado”.

“No quería hacer un ballet lúgubre, pero al final la pieza es un poco negra porque no se puede bromear con los que está pasando ahora a los océanos”, señaló ayer el joven coreógrafo.

La representación se completará con Rêverie Romantique, una obra de Thierry Malandain con música de Chopin, y Nocturnes, también del director del Ballet, que vuelve a recurrir de nuevo al compositor polaco, en este caso con su música en directo al piano. - Efe