Opus Lírica acerca ‘La Bohème’ al siglo XX en su segunda temporada

donostia - Los integrantes de la compañía Opus Lírica ultiman los detalles previos al estreno el viernes de la primera ópera de su segunda temporada en Donostia, una Bohème de Puccini cuya acción se trasladará a los primeros años del siglo XX para hacer “más cercanos” a los personajes bohemios que la protagonizan.

La Bohème, octava obra que produce Opus Lírica, se representará en el auditorio Kursaal este viernes, a las 20.00 horas, y el domingo, a las 19.00 horas, con un elenco de artistas liderado por la soprano Ainhoa Garmendia, “alma mater” de la compañía que trata de asegurar una temporada de ópera en la capital donostiarra.

Junto a ella, subirán al escenario el tenor canario Francisco Corujo, como Rodolfo; el barítono ucraniano Andrei Bondarenko, en el papel de Marcello; Helena Orcoyen, como Musetta; César San Martín como Schaunard; el italiano Alessandro Tirotta, como Colline; y Jagoba Fadrique, que interpreta tres papeles.

La batuta de José Manuel Pascual Villaplana dirigirá a la orquesta de Opus Lírica mientras la dirección artística ha corrido a cargo del director de Ópera de Cámara de Navarra, Pablo Ramos, en lo que constituye la primera colaboración entre esta entidad y su “hermana” guipuzcoana, ya que ambas comparten el objetivo de difundir el “bel canto” entre el gran público.

Durante la presentación del espectáculo, Ramos explicó que cuando Ainhoa Garmendia le propuso la posibilidad de montar este clásico de Puccini no dudó en aceptar porque “hay que apoyar” iniciativas como la de Opus Lírica.

“Hacer una Bohème es fácil porque Puccini dejó una música maravillosa y en el libreto están todas las indicaciones para su puesta en escena”, señaló Ramos, quien añadió, no obstante, que se ha propuesto realizar “algo diferente”. El director artístico ha apostado por una ópera “humana” que va “directa al corazón” y en la que ha querido destacar la realidad de una gente dedicada al arte que vivió bajo la amenaza de la tuberculosis.

Para ello ha trasladado la acción, que en el libreto original se sitúa en la primera mitad del siglo XIX, a inicios del XX, porque de esta manera los personajes de la bohemia “son más referentes” y “más cercanos”. “Existieron” y “siguen existiendo” “muchos Marcellos y muchas Musettas”, remarcó Ramos.

La puesta en escena es “fresca y moderna”, marcada por ventanales como “símbolo de libertad” y con una importante presencia de proyecciones de imágenes, explicó. - Efe