dONOSTIA- La jaula de sal, la nueva novela del escritor donostiarra Ibon Martín, llega hoy a las librerías para cerrar la saga de la investigadora Leire Altuna con un nuevo asesinato, esta vez de alguien del entorno de la protagonista, y con Pasaia y Donostia como escenarios.

Tras el éxito hace cuatro años de El faro del silencio, con la que Martín se estrenó en el género de la novela negra con su personaje Leire Altuna, el autor cierra ahora el ciclo con una última entrega que reunirá a personajes de sus anteriores libros “en una especie de despedida de la saga”, explica a Efe el escritor.

“Leire Altuna se ha ganado un descanso después de cuatro años de penurias continuas, y en este libro va a tener un motivo muy importante para colgar la toalla”, adelanta Martín, consciente de que los lectores “van a sentir algo de pena” y sin cerrar del todo la puerta a su regreso “algún día”.

Martín ha preparado una trama que regresa a los orígenes de su primera novela “y que va a ser el caso más personal que le toque investigar a Leire, porque le va a tocar muy en primera persona”, avanza el autor.

Ya en el primer capítulo, mientras la protagonista se está dando una ducha en el faro en el que reside, sucede un crimen dentro del edificio. “El asesinato de alguien de su entorno”, apunta Martín.

A partir de ahí arranca una trama en la que la propia Leire va a tener dudas sobre lo sucedido “e incluso de si ha sido ella la asesina, porque no recuerda muy bien lo que pasó en ese momento, tiene una especie de amnesia”, continúa el escritor.

Será un escenario “bastante opresivo, que llegará hasta un punto claustrofóbico”, ya que tras el asesinato “empieza a recibir una serie de amenazas telefónicas”, por lo que será la ertzaina Ane Cestero, amiga de la escritora, la que lleve las riendas de la investigación “mientras su amiga está en un estado de shock”.

Martín reconoce que esta novela “ha sido la más compleja de todas, sobre todo porque vuelve a unos paisajes ya conocidos que no quería que se hicieran repetitivos, pero también por el propio caso”.

En esta ocasión el autor renuncia a su habitual estrategia de vincular una historia del pasado a los crímenes de la actualidad, por lo que se ha volcado en “crear intriga en el presente e intentar mantener alta esa historia”.

Tras la publicación de La jaula de sal Martín abre ahora “un periodo de reflexión” en el que decidir si continúa dentro del género policíaco o retoma la novela histórica, ya que su debut literario fue en ese género, con El valle sin nombre.

“Lo que tengo es una total certeza de que el año que viene por estas fechas no habrá novela. Hasta ahora he escrito al ritmo de uno al año, pero esta vez me voy a tomar dos años”, asegura.

Las historias de Martín, que también ha publicado La fábrica de las sombras y El último akelarre y se ha convertido en uno de los autores más vendidos de la Azoka de Durango, se enmarcan dentro de este ciclo literario que, junto a Dolores Redondo y otros escritores vascos, han convertido a Euskadi y Navarra en escenario de sus novelas.

“Ahora hay un movimiento, como el que hubo en su día en Escandinavia, muy potente, con un montón de autores”, celebra el escritor, que ve “muchos puntos en común” entre Euskadi y el norte de Europa. - Efe