La localidad bajo navarra de Urepele homenajeará este fin de semana al bertsolari Fernando Aire Xalbador, que falleció hace 40 años. Durante dos días, el colectivo cultural Deiadarra recordará la figura de uno de los mejores bertsolaris del siglo XX, convertido ya en un auténtico mito para miles de aficionados de la literatura improvisada y cantada en euskera.

La portavoz de Deiadarra Itxaro Bethart asegura que los mensajes de Xalbador siguen siendo muy actuales y que ocupan un lugar destacado dentro de la cultura vasca porque “para saber adónde vamos, primero hay que saber de dónde venimos y quiénes son nuestros antepasados”. Las jornadas dedicadas al bertsolari permiten fomentar el euskera en una comarca en la que está disminuyendo su presencia y su uso. El periodista Joxe Mari Iriondo lamenta, en este sentido, que en la actualidad ninguno de los niños escolarizados en la única escuela de Urepele sepa quién fue Xalbador. Según Itxaro Bethart, Xalbador tuvo gran éxito sobre todo fuera de Urepele y en el pueblo tal vez muchos no entendieron la profundidad de su mensaje y de sus bertsos.

Programa Hoy, a las 20.30 horas, la iglesia de Urepele acogerá un recital de música clásica en el que participarán la violinista Estitxu Sistiaga y los cantantes Mikel Urdangarin y Nikole Baqueriza. Mañana, tras una excursión por el monte hasta la borda de Fernando Aire, se celebrará una misa e Iriondo ofrecerá una charla sobre el bertsolari Jon Azpillaga. Después de homenajear a Emile Larre, Zubikoa, Errezil o Teodoro Hernandorena, este año los organizadores han decidido recordar la figura de Azpillaga, que actuó junto a Xalbador en numerosas ocasiones.

Jon Azpillaga fue campeón de Bizkaia en 1961 y finalista en numerosas ediciones del Campeonato de Euskal Herria. Tras el espectáculo de los dantzaris del grupo Salbatzaile de Bilbao, las pruebas de deportes rurales y una comida popular, a las 15.30 horas los asistentes podrán gozar con la actuación de Amets Arzallus, Sebastian Lizaso, Juan Joxe Eizmendi y Jose Luis Gorrotxategi.

Homenaje 40 años después ningún bertsozale se ha olvidado de la muerte de Xalbador, que sufrió una dolencia cardiaca el día en el que cientos de amigos le rindieron un homenaje en su localidad natal de Urepele y durante el que presentó su libro Odolaren mintzoa (Palabra de la sangre). Poco antes de las seis de la tarde, se levantó de la mesa presidencial de forma discreta al notar que le fallaba el corazón. El emblemático político euskaltzale y médico Michel Labéguerie no consiguió reanimar al urepeldarra, que antes de expirar lamentó no haber podido despedirse del público. Muchos de los asistentes volvieron a sus casas sin enterarse de que acaba de fallecer. El bertsozale aldudarra Mixel Itzaina, que organizó la jornada, recuerda que pocos días antes el propio Xalbador reconoció que estaba cansado y que le resultaría complicado superar tantas emociones.

Fernando Aire nació y creció en un ambiente vascófono. Dejó de acudir a la escuela con solo once años, aunque sus hijos se sorprenden todavía al ver la calidad de su caligrafía. La primera vez que cantó en público fue en Urepele y con tan solo 16 años. Sus allegados aseguran que su pasión por los bertsos le hacía estar continuamente inmerso en sus improvisaciones. El pastor bajo navarro podía estar concentrado durante horas en sus largas caminatas hasta la borda familiar, situada en las zonas más altas del valle de Aldude.

Un gran impulsor de su carrera como bertsolari fue Teodoro Hernandorena, que tras abandonar su Gipuzkoa natal tomada por los franquistas, se afincó en Iparralde y continuó impulsando la cultura y el bertsolarismo. El propio urepeldarra reconoció que el entrañable dúo Mattin y Xalbador consiguió éxito en toda Euskal Herria gracias al empeño de Hernandorena, que les animó a participar en numerosos festivales.

Trayectoria Xalbador se convirtió en una de las personalidades más queridas tras participar en cientos de fiestas patronales y en casi todos los certámenes y campeonatos de su época. Ganó muchos de los celebrados en Iparralde y quedó cuarto en el Campeonato de Euskal Herria de 1960, tercero en los dos siguientes en 1962 y 1965, y segundo dos años más tarde. En 1967 protagonizó uno de los acontecimientos más relevantes y comentados en la historia del bertsolarismo.

Pitada y aplausos En la mítica final celebrada en el frontón Anoeta, en medio de una gran pitada y aplausos, pasaron a la última fase para disputar el título de campeón Uztapide y Xalbador. El público criticó la decisión del jurado de otorgarle la segunda posición a Xalbador y aplaudió con entusiasmo su sorprendente declaración de amor. Además de su dialecto bajo-navarro, el de Urepele demostró entonces que manejaba a la perfección las variantes más habituales en Gipuzkoa ya que utilizó palabras como, “kontentu”, “errua”, o “albotik” para mejorar la comunicación con los bertsozales. Xalbador fue pionero al hablar de temas poco habituales para la época y sus bertsos se han convertido en mensajes universales.

40 años El legado de Xalbador es “inmenso”, según Itxaro Bethart y Joxe Mari Iriondo. Sus libros Herria gogoan, Ezin bertzean y Odoloren mintzoa se han convertido en toda una referencia. Todas las personas que conocieron a Xalbador no dudan en afirmar que su mujer, Léonie, también fallecida, contribuyó a la carrera de su marido. Siempre entendió que se ausentara del caserío para acudir a los numerosos festivales en los que participaba en toda Euskal Herria. Además, Léonie siempre daba la bienvenida con una sonrisa a las miles de personas que se acercaban al caserío Xalbadorrenea, desde el que se puede contemplar una de las vistas más espectaculares de Urepele. Cuatro décadas han pasado ya desde su muerte pero hoy en día también, sus descendientes contribuyen de diversas formas a que cada día el país, el pueblo y la lengua vayan de la mano. Y no se olvidan del lema de Xalbador: Herria da gorputza, Hizkuntza bihotza (El país es el cuerpo y la lengua su corazón).