Vitoria - “Que desde el prólogo te enganche el ritmo de la trama es lo que más me ha preocupado desde el principio del proyecto”. Entre las manos, el escritor gasteiztarra Samuel Vernal sostiene la primera parte, El rencor de la montaña insomne, de la que ha bautizado como la Trilogía Insomne, un proyecto literario lleno de misterios, enigmas, asesinatos... que tienen como escenario general la búsqueda del origen del euskera. “Espero que los lectores se sientan enganchados desde el inicio y que la lectura sea trepidante”, apunta el autor, que anteriormente ha conseguido más de un galardón gracias a sus relatos cortos.

No es bueno dar demasiados detalles. Las sorpresas tienen que esperar entre las páginas de esta primera entrega, que se puede conseguir -tanto en versión electrónica como física- a través de Amazon. Aún así, el escritor sitúa el arranque de la acción en el Bilbao actual, a donde llegan para vivir y trabajar una filóloga inglesa especializada en Euskal Herria que es contratada por una fundación un tanto opaca, y su novio, un joven de origen alavés que empieza a trabajar para una multinacional de propiedad holandesa que, de repente, se ve salpicada por el suicidio de un trabajador y la muerte posterior de su exmujer.

A ella le llega el encargo de realizar una investigación sobre una segunda copia que, de repente, ha aparecido del códice Aemilianensis 60, el primer testimonio escrito del castellano incipiente y del euskera, una versión en la que aparece descrita la supuesta vida de un santo que no es lo que parece. Él, por su parte, empieza a indagar sobre los mencionados fallecimientos puesto que hay sospechas de que no se han producido como se cuenta. Ambos se ocultan una y otra historia, una desconfianza que alcanza uno de sus puntos máximos cuando a la casa de ambos llega un paquete procedente de Rioja Alavesa, en concreto, de Laguardia, con el mensaje: “Ha empezado”.

Después... Bueno, hasta aquí. “Es verdad que parto de elementos históricos y que tras la trilogía hay una gran cantidad de documentación pero todo es ficción, no es una novela histórica”, subraya el escritor, más allá de que en su propósito esté hacer una “reivindicación” sobre el hecho de que “por ahora, el testimonio escrito más antiguo que se conoce del euskera está en San Millán y, por lo tanto, el peso de lo riojano-alavés” en la lengua vasca.

Vernal no esconde que hay relación entre las tramas que propone en esta primera entrega de una historia sobre la que lleva años dando vueltas. “Pero hace aproximadamente un año me convencí de que éste era el momento de plasmar lo que tenía pensado. La idea original era desarrollar todo en un único libro pero cuando empecé a estructurarlo y ver cómo darle forma, me di cuenta de que eso era imposible”. Así se configuró una trilogía que, en principio, se irá completando en 2018 y 2019. “Ya estoy puliendo cosas del segundo libro porque, de hecho, algunos lectores que se han leído el primero me lo están reclamando”, dice con una sonrisa el autor.