El pasado 30 de septiembre la librería Zubieta cerró las puertas del local que ocupaba en la plaza Gipuzkoa porque el edificio entero se convertirá pronto en un hotel. Hoy, el célebre establecimiento donostiarra fundado en 1959 iniciará una nueva era en un espacioso inmueble ubicado en el número 3 de Reyes Católicos, donde sus responsables prometen ensayar “nuevas fórmulas para atraer a los donostiarras a la cultura”. Será su tercer emplazamiento, ya que desde su apertura hasta finales de los años 80, este comercio nacido en el seno de la cadena estatal de librerías Troa estuvo localizado en la calle San Marcial, donde su especialidad eran los libros escolares y universitarios.

Anoche todavía faltaban algunos flecos por cerrar en los trabajos de remodelación del nuevo local, que ocupa una superficie cercana a los 150 metros cuadrados divididos en una planta a pie de calle y un acogedor sótano. La nueva y flamante Zubieta Liburudenda afronta su estreno con varios actos: hoy a las 19.30 Pedro Ugarte presentará su libro Nuestra historia acompañado por Luisa Etxenike y mañana a la misma hora tendrá lugar la fiesta inaugural, que incluye un lunch y animación musical. En el encuentro, Enrique Redel, editor de Impedimenta, y su compañera Pilar Adón ejercerán de “padrinos” de Zubieta, al tiempo que presentarán y firmarán ejemplares de Las efímeras, obra escrita por la propia Adón.

Adolfo López Chocarro lleva más de una década trabajando como librero en Zubieta y desde hace tres años ocupa también el puesto de gerente. Mientras distribuye montañas de libros en las nuevas estanterías, avanza que tras la mudanza “la filosofía será la misma” que han seguido durante los últimos tiempos en la plaza Gipuzkoa: “Disponer de una buena selección de libros y cuidar el trato humano y directo con el cliente, algo que no permiten las grandes superficies ni las plataformas digitales”. A ello se sumará un amplio programa de actividades que buscarán “la cercanía entre los clientes y los creadores”.

La base de la oferta, asegura, continuará siendo “la narrativa de calidad”, lo cual implica “salirse de la senda del best seller y de las modas”. “La recomendación tiene que ser el punto clave”, insiste el librero, que comparte labor de prescriptor con su compañera Rosa Tapia y con la encargada del almacén Olga San Millán. El escaparate principal y “la selección” de las estanterías situadas a la derecha de la entrada ofrecen pistas sobre cuál será el grueso de la oferta de Zubieta: obras de autores locales y, sobre todo, publicaciones de editoriales independientes como Impedimenta, Sexto Piso, Errata Naturae, Libros del Asteroide, Malpaso, Periférica o Blackie Books.

Así, entre las recomendaciones ubicadas en un lugar preferente de la tienda figuran escritores como William Gaddis, Edna O’Brien y Don Carpenter, que se codean con clásicos como Lewis Carroll, Dostoyevski o Arthur Schnitzler. En las estanterías principales habrá una cantidad casi residual de superventas, entre los que ahora mismo solo destacan el irlandés John Boyne y la donostiarra Dolores Redondo, que acaba de ganar el Premio Planeta. “Habrá best sellers pero no serán el centro de la librería ni ocuparán la mesa de selección”, advierte el librero, que también prestará atención al ensayo, a la poesía, a los trabajos relacionados con la Historia, y, sobre todo, al libro infantil y a la novela gráfica, dos sectores que han seguido creciendo pese a la crisis.

Actividades El sótano del nuevo local de Reyes Católicos brinda a Zubieta más espacio para seguir albergando sus tradicionales vermús poéticos de los sábados y para organizar nuevas actividades que estrechen la relación con el cliente y, sobre todo, sirvan para “recuperar al lector joven” y quienes sienten cierto “miedo” a atravesar el umbral de las librerías. Entre las iniciativas que pondrá en marcha, Adolfo cita las presentaciones de libros, los clubes de lectura, los talleres de escritura e ilustración y las proyecciones. En las próximas semanas, además, el establecimiento acogerá un encuentro sobre literatura y post-conflicto vasco, que contará con distintos autores y especialistas, y otro acerca de los libros de artista. Y en el empeño de “recuperar a los lectores jóvenes” y fomentar la literatura infantil, organizarán otras actividades que también se celebrarán, preferiblemente, los viernes por la tarde y los sábados.

“No queremos que los autores vengan aquí solo a vender y firmar libros, sino que los clientes pierdan el temor a entrar en la librería y tengan la oportunidad de descubrir de primera mano cómo es su proceso creativo”, explica Adolfo López. Y a modo de ejemplo cita la hermosa exposición de la artista Elena Odriozola que ya puede contemplarse en la planta baja de Zubieta, donde los bocetos de la donostiarra se exhiben junto a sus bellos libros ilustrados.