El año pasado Ethan Hawke estuvo a punto de viajar al Zinemaldia e inaugurarlo con la película Regresión, que era la excusa perfecta para otorgar al actor tejano el Premio Donostia. Alejandro Amenábar, director de la película, sí acudió a la capital guipuzcoana, pero Hawke no puedo hacerlo: el retraso en el rodaje de su nueva película le impidió venir y los donostiarras tuvieron que conformarse con un vídeo del actor en el que lamentaba no haber asistido a un certamen del que le han hablado maravillas.
Un año después se presenta la oportunidad de subsanar aquel contratiempo, ya que Hawke recibirá mañana el reconocimiento a toda su carrera, precisamente gracias a la misma película que en 2015 le impidió venir, el remake del western Los siete magníficos, en el que comparte cartel con otro premio Donostia, Denzel Washington.
Apunto de cumplir 46 años y en tres décadas de dedicación al cine, el actor estadounidense ha sido nominado cuatro veces al Óscar, además de actuar como director en dos películas y un documental. Hawke comenzó desde niño en la industria hollywoodiense, pero fue a raíz de su papel con 19 años en El club de los poetas muertos cuando empezó a ser conocido para el gran público. Antes de su primera nominación a los Óscar llegaron películas como ¡Viven!, Gattaca y Grandes esperanzas, que forjaron el carácter de un actor cada vez más adulto. Y como resultado, en 2001 llegó Día de entrenamiento, con la que fue nominado en la categoría de mejor actor de reparto por interpretar a un policía novato en su primer día de aprendizaje en la brigada de narcóticos. La película está dirigida por Antoine Fuqua, el mismo director del western que le trae a Donostia.
Richard Linklater y la madurez Los siete magníficos supone la tercera colaboración del actor con Fuqua, pero si hay un director al que ha estado ligada buena parte de su trayectoria es sin lugar a dudas Richard Linklater. En total han colaborado en ocho películas, de las que destacan la trilogía Before y Boyhood. Por la segunda y tercera parte de la trilogía, Hawke estuvo nominado al Óscar en la categoría de mejor guion original junto al propio Linklater y su compañera de reparto Julie Delpy. Por Boyhood, la monumental obra maestra rodada durante doce años con los mismos actores, fue nominado a mejor actor de reparto.
La madurez como actor tras sus colaboraciones con Linklater se ve también reflejada en sus siguientes películas: El señor de la guerra, Antes que el diablo sepas que has muerto, Los amos de Brooklyn o Born to be Blue son prueba de ello, unido a sus incursiones como director con Chelsea Walls, El estado más caliente y el documental Seymour: An introduction y en la literatura con cuatro libros y una novela gráfica.
Un futuro cargado de proyectos La trayectoria profesional de Hawke ha sido muy amplia y variada y en está sintonía se presentan sus próximos trabajos. Tras Los siete magníficos se le podrá ver en otro western In a Valley of Violence, y ya prepara el rodaje de la nueva película de Luc Besson, Valerian y la ciudad de los mil planetas. Una filmografía muy diferente entre sí que muestra a la perfección la gran versatilidad del actor estadounidense, Ese ha sido, sin duda, uno de los motivos que le han valido para ser, a la segunda eso sí, Premio Donostia.