-No teníamos presupuesto para llevarnos a todo el equipo allí...
Y querían ir todos, ¿no?
-Ayer empezamos con las sorpresas y ya tenemos un punto tropical y de selva. Estamos más salvajes que nunca.
¿Van a comer insectos?
-Sí, Supervivientes tira mucho por los concursantes que van, pero también por los desafíos que tienen. Trasladamos las pruebas que hagan ellos al plató. En algún momento, los colaboradores tendrán que comer insectos si quieren seguir viniendo.
Los que tienen que preocuparse son los colaboradores...
-Están curados de espanto. Aquí somos muy estrictos. Si no hacen las pruebas, no vuelven. Ellos lo darán todo para volver al día siguiente.
Deben de pagarles bien.
-No es que cobren mucho como tertulianos, saben que ser colaborador de Cazamariposas da prestigio.
¿Está segura? Será una ironía...
Ja, ja, ja... ¿No cree que es un programa prestigioso? Vamos a dejarlo; el que lo da todo, vuelve.
¿No es cruel obligarles a ingerir insectos?
-De verdad que no. Les gusta. El año pasado hicimos una prueba por otro motivo y estaban encantados comiendo gusanos y saltamontes.
Exquisitos no parecen. ¿Los probó?
-Que sí, que deben de ser ricos, aunque yo no los probé.
Es la ventaja de ser la directora y copresentadora y tener garantizado ir todos los días, ¿no?
-Pues sí. Pero eso es por ahora, hasta que alguien se plantee que tenemos que jugarnos el volver a presentar cada día. Pero no dé ideas.
También cambia el vestuario.
-Intentamos llevar un toque tropical en nuestro look. El inicio de Supervivientes siempre coincide con la llegada del buen tiempo y aprovechamos para el cambio de armario.
¿Menos ropa?
-Con menos ropa ya no puedo salir en la tele. En invierno voy medio desnuda al programa. He estado haciendo deporte para este momento, para enseñar todavía más pierna.
¿No se harta de tanto ‘reality’?
-De verdad, cuando estamos cuatro días sin un reality lo echo de menos...
Es una viciosa.
-Ja, ja, ja... También. Da mucho juego, lo nuestro con el reality es pura adicción. Nos sirve de excusa para dar un giro al programa. Lo vivimos con ilusión porque es cambiar la rutina. Además, somos unos frikis, tenemos nuestro grupo de WhatsApp para mensajes sobre las galas. El jueves (ayer) tenía una cena con alguien al que me apetecía mucho ver y no fui porque empezaba Supervivientes.
De verdad que es usted muy friki.
-Por eso el programa tiene la gracia que tiene. Si no lo viviéramos, no podríamos hacer esos vídeos.
¿No se cansan de este tipo de famosos?
-Cuando explicaron en la uni el concepto de información seria no fuimos a clase, no sabemos qué significa. Pero seguiremos hablando de los Pantoja, de Isabel y Vargas Llosa, estamos esperando que se casen, de futbolistas y sus mujeres... Nosotros le damos un toque diferente. Además, viendo Cazamariposas la gente se informa y a a la vez se ríe.
¿Qué dicen de los ‘papeles de Panamá’?
-Hemos hecho algún chiste. Intentamos incluir la política en nuestro programa. Cuando hubo campaña, nos inventamos los political star y seguimos todos los eventos. Si hay campaña otra vez, volveremos a tener political star.
¿No se aburrieron en los mitines, eso que usted llama eventos?
-¡Qué va! Cómo nos va aburrir Pablo Iglesias tocando la guitarra... Teníamos nuestro propio debate político con los colaboradores. A lo mejor hay algún espectador que no tiene mucha idea de política, vio un vídeo nuestro de Sánchez, Rajoy, Iglesias o Rivera y se convenció.
¿No han invitado a alguno?
-A Pablo Iglesias se lo llegamos a proponer.
¿Y?
-Tenía que ir a cortarse las puntas ese día, no le venía muy bien.
¿Se imagina a Rajoy en ‘Cazamariposas’?
-Le haríamos comentar Supervivientes. Creo que lo ve en sus ratos libres, no me lo imagino viendo cosas muy sesudas.
¿Qué opina de Laura Matamoros?
-Es buenísima para hacer cualquier cosa en la tele.
¿Un informativo?
-Ja, ja, ja... No, más en una tertulia. Me recuerda a Belén Esteban.
¡Qué nivel!
-Muy alto.