Mucho color y gran protagonismo de las formas geométricas. Eso es lo que advertirá el visitante que acceda a la Ganbara del Koldo Mitxelena Kulturunea, que se encontrará con la singular exposición que el artista donostiarra Diego Matxinbarrena muestra hasta el próximo 21 de mayo. Los dibujos y las pinturas inundan el salón, que acoge una treintena de obras realizadas a lápiz, pinturas de colores, rotuladores, acrílicos u óleos en diversos soportes como papel, papel vegetal, lienzos y tejidos. Sin duda, prima la variedad en la exhibición, pero al mismo tiempo, todas las obras de Matxinbarrena están relacionadas entre sí.

Las creaciones

“Las creaciones que presento en Diego Matxinbarrena están realizadas en los últimos diez años, más o menos, aunque también hay alguna más antigua”, apuntó el artista donostiarra, que desarrolló gran parte de su obra en Arteleku. Aseguró que, por un lado, dibuja aquello que no tiene. “Por ejemplo, si no participo en una exposición que me gustaría, dibujo esa muestra, y también la casa o el estudio que me gustaría tener”, señaló ayer el creador. Agregó que comenzó a dibujar esculturas o muebles de casa, como si fueran bodegones, pero poco a poco empezó a fijarse en exteriores y espacios amplios. “Mi obra tiene semejanza con mi persona y lo que me rodea, pero también es bastante realista y tiene muchos elementos”, resumió Matxinbarrena.

Por otro lado, el autor de la exposición aseguró que cuando dejó de ir a Arteleku, cambió un poco su manera de pintar, y sus últimas obras tienen formas más redondas, “con líneas más relajadas”. “Antes me esforzaba más para que mis obras se parecieran a lo que retrataba, pero ahora me relajo y me salen dibujos más orgánicos”, aseguró el artista, quien afirmó que hoy en día no muestra tanto el deseo de lo que quiere tener, sino que sus creaciones adquieren forma de pensamientos, sentimientos y asociaciones. “Son dibujos muy idealistas”, señaló.

Por ejemplo, su obra Aquarium (2014), que recrea el exterior del museo donostiarra, es una de las creaciones de este segundo grupo; ocupa un gran trozo de pared de la exposición, pues realizada sobre lienzo, es una de las obras de mayores dimensiones. Llena de color, la define como una obra espontánea y “menos construida”, donde se van formando esferas, aunque también se pueden identificar distintos elementos, como una gran pecera vacía, unas mesas o la calle. “Utilizar mesas, trampolines y puentes es algo habitual en él, y los utiliza como obstáculos o como apoyos”, agregó el comisario de la exposición, Emilio Varela.

Aun así, el visitante encontrará una amplia variedad de obras. Relojes (1995-2007), una serie realizada en papeles de color y Paseo marítimo (2007), creado en papel vegetal y utilizando el lápiz, son algunos de los trabajos más antiguos, que contrastan con otros dibujos como Paisaje ecológico (2012), en la que se pueden observar las formas circulares y en la que la gran variedad de colores cautivará al público, o Exposición (2015), una de las mayores obras de la muestra, realizadas con pasteles de óleo sobre una loneta azul.

“En el trabajo de Matxinbarrena se puede contemplar la formalización de un mundo, pero detrás de cada obra hay un pensamiento, lo que lleva a que el artista pueda crear unas cuantas obras con un mismo tema”, explicó el comisario de la muestra, quien aseguró que, a su juicio, es como si el artista reprodujera el mundo, pero con distintas poéticas. “Además, hace un gran esfuerzo por explicar cada detalle desde su punto de vista, y gracias a eso las obras está vivas y se relacionan entre sí”, agregó.

Además de la muestra, el comisario apuntó que los visitantes podrán disfrutar de un documental realizado con los estudiantes de arquitectura que se proyecta en el vestíbulo del Koldo Mitxelena.