Donostia - El centro cultural Ernest Lluch de Donostia inaugura hoy una exposición de fotografía sobre el entorno de la playa de La Zurriola en la que convergen la naturaleza y la actividad humana. Son imágenes en blanco y negro surgidas del agua, y otras en color captadas sobre la arena y el asfalto.
Ramón Blanco, más conocido por su pseudónimo de Lance, con el que siempre ha firmado sus fotografías de surf, y Juan Herrero, redactor gráfico de la agencia Efe, son los autores de esta muestra, en la que se exhiben cinco imágenes de gran formato de cada uno de ellos.
La empresa Photogune, organizadora de cursos, rallies y otras actividades fotográficas, es la impulsora de esta exposición, que se podrá visitar en el centro cultural del estadio de Anoeta hasta el 23 de marzo.
La idea que se les plantearon, según explica Herrero, fue la de exponer pocas fotos pero de gran tamaño, imágenes hechas tanto dentro como fuera del agua, que ahora se han dispuesto en “un relato físico”: el público se acerca primero al mar para luego llegar a la arena y después al asfalto del Paseo de La Zurriola.
Los dos son fotógrafos profesionales, pero en esta ocasión han prescindido de las imágenes que son fruto de su trabajo y han elegido las que hacen por afición desde hace años en un emplazamiento común: el de La Zurriola.
Lance señala que las fotografías elegidas son “paralelas” a las deportivas que realiza habitualmente y, aunque también captadas con cámara acuática, muestran imágenes de elementos como burbujas o superficies que se acercan a la abstracción. “Es un trabajo más íntimo, del que disfruto mucho. A veces son fotos buscadas, pero otras surgen de manera accidental y las capto cuando aparecen. Lo que hago es separar la fotografía deportiva de esta más personal, que es la que más me gusta”, afirma.
Las de Juan Herrero son el resultado de sus paseos por la zona, ya sin el pesado equipo con el que carga durante sus horas de trabajo. Lleva más de 30 años haciéndolas, cuando La Zurriola era aún la vieja playa de Gros, disparando su cámara en ese lugar.
Las primeras, de finales de los 80 y principios de los 90, eran también más técnicas y sobre todo de surf, pero dejaron de interesarle y ahora se dedica a capturar situaciones cotidianas, pero que también dan lugar a momentos curiosos. Es el caso de un grupo de jóvenes en bañador embadurnados de crema blanca, una imagen que hace preguntarse al espectador qué les ocurre, ya que la descontextualización le impide saber que acaban de participar en la guerra de merengue de la Semana Grande donostiarra. O el de dos hombres sobre la arena mirando atentos con sus respectivos prismáticos hacia algo, o alguien, que el visitante desconoce. Es la elegida para el cartel de la exposición.
Las de Lance y Herrero son, en cualquier caso, dos miradas muy diferentes sobre un mismo lugar, el de su universo y de otros muchos donostiarras frente a las aguas del mar Cantábrico. - Efe