‘Sonido Pamplona’, el regreso a la escena musical de los 80 en la capital navarra
Beatriz Echeverría presenta en el festival Dock of The Bay un documental sobre el movimiento que se inició con Los Bichos
Donostia - Finales de los 80. Pamplona, una ciudad sumida en el rock. Como un soplo -o más bien un tornado- de aire fresco, la banda musical Los Bichos empezó a hacerse notar. No era difícil con sus trajes ajustados y sus canciones en inglés. A partir de entonces, en la ciudad se comenzó a escuchar un nuevo sonido, inspirado quizá por Josetxo Ezponda, El Bicho, que mediante el calor de los bares y la ayuda de sellos navarros, logró despegar y evolucionar hacia el pop. Esta escena musical, que ya parece lejana, es la que Beatriz Echeverría Aldana, una joven pamplonesa residente en A Coruña, ha querido reflejar en su documental Sonido Pamplona, un mediometraje que recoge el testimonio, música y fotografías de los protagonistas de aquella época. Podrá verse hoy a las 20.00 horas en los cines Trueba, dentro de la novena edición del festival Dock of The Bay.
“Más que un sonido Pamplona, lo que hubo fue una escena Pamplona, un movimiento musical en el que había grupos con buenas ideas, mucho talento y muchas cosas que decir”, destaca la directora de un documental que aspira a “recordar aquello que fue Pamplona” y a “activar la curiosidad de la gente por grandes grupos como Los Bichos, Ritual de lo Habitual o The Brillantina’s”.
Después de tres años de elaboración y decenas de entrevistas, Sonido Pamplona es el puente perfecto entre el pasado y el presente. Los artistas, ahora enrolados en nuevos proyectos, viajan en el tiempo para recordar aquella época en la que un nuevo tipo de música resurgió en la capital navarra.
“Quería que el documental reflejase de forma muy clara los testimonios de los que protagonizaron aquella época y de quienes fueron testigos de ella, y por eso me puse en contacto con gran parte de ellos”, destaca Echeverría.
“Al final, el documental recoge música, vídeos y recortes de prensa que, compaginados con estos testimonios, crean una visión bastante clara de lo que fueron esos años”, añade.
Su intención ha sido “revivir aquellos grupos influenciados por Los Bichos, un poco paralelos a ese rock que definía Pamplona”. “Había bandas de muy buena calidad que no terminaron de salir a la superficie pero hacían muy buena música”, observa.
Tirando del hilo La autora del filme acaba de cumplir 30 años y hasta hace poco desconocía aquella escena. Por ello, la elaboración del documental resultó un “proceso de investigación muy gratificante” que comenzó con el descubrimiento del grupo The Brillantina’s. “Los conocí por un proyecto que realicé en A Coruña y, como me gustó mucho su música, comencé a tirar del hilo y descubrí muchos grupos más de los que antes no había oído hablar”, indica.
El primero con el que contactó fue Jaime Cristóbal, de Ritual de lo Habitual y The Brillantina’s. “Le comenté la idea de hacer un documental testimonial para tratar la escena más underground de Pamplona y, como no le pareció descabellado, me puse en contacto con los músicos del momento y recibí una respuesta muy positiva por parte de todos”, señala Echeverría.
Además del testimonio de Cristóbal, la autora contó con la colaboración de un gran número de personas que, con sus recuerdos, han reconstruido el paso de aquellos años.
En total, logró reunir un gran elenco formado por Javier Moya, Diego Garralda, Fernando F. Garayoa, Hans Krüger, Charlie El Bicho, Juan de Pablos, Ruperto Mendiry, Jaime Cristóbal, Julio Ruiz, Andrés Mendiri, Alex Díez Cooper, Pedro Usanos, Iñaki Echandi, Miguel Hualde, Edu Ugarte y Fermín GÖO, Tito Navarro, Santi Echeverría, Germán Ormaechea, Germán Carrascosa, Alberto Arteaga, Patricia de la Fuente y Alberto Bonilla.
Evolución: del rock al pop El documental sumerge al espectador en una evolución musical que pasa por grupos como Half Foot Outside, Desoreka, Ritual de lo Habitual, The Glitter Souls, Greenhouse Effect o Grey Souls hasta llegar a grupos como Muy Fellini, que se extinguió recientemente, o algunos actuales y muy activos como Tremenda Trementina o Kokoshca. “Desde finales de los años 80 hasta ahora ha habido una evolución musical muy rica. Pamplona siempre ha sido una tierra fértil musicalmente hablando. Además, lo ha sido en todas las parcelas de música, desde el rock más puro y duro a los primeros gritos poperos”, subraya Echeverría, que no duda al recalcar que el punto de inflexión lo pusieron Los Bichos. “Fueron el germen de todo. Influenciaron a gran parte de los que entrevisto”, señala.
Todo esto no habría sido posible sin el calor de bares como el Donegal -ahora el Txintxarri-, que era parada casi obligatoria de cualquier grupo que quisiera despegar. El documental también recuerda otros garitos como el Terminal o el Garazi, en la calle Calderería, o el Zulo, en la Jarauta, como espacios donde estos grupos dieron sus primeros pasos. Además, nada habría sido posible sin el apoyo de los sellos navarros ni de citas como el Festival Electropop Pamplona. Con todo, el documental dirige su mirada a aquella escena que definió un sonido y un movimiento que se mantuvo vivo y constante generación tras generación hasta llegar a los grupos más indies, poperos y alternativos de hoy en día.