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La muy ortodoxa boda de Bar Refaeli

La top model israelí se casó anoche por el rito judío, lo que ha molestado a la comunidad ultraortodoxa

La muy ortodoxa boda de Bar RefaeliFoto: Pronovias

La top model israelí Bar Refaeli ha optado por la más estricta tradición religiosa para su boda con el empresario local Adi Ezra, una ceremonia que ha generado hasta las quejas de la comunidad ultraortodoxa judía.

Alrededor de 300 personas participaron anoche en la que muchos consideran la boda del año en Israel (”¡Sí, del siglo!”, ironizaban ayer otros medios de la prensa del corazón) y que desde que se anunció hace unos meses ha estado rodeada de polémica hasta en los detalles más pequeños. Después del controvertido cierre -y posterior reapertura- del espacio aéreo sobre el hotel donde se celebró la ceremonia, en los Montes del Carmelo (norte), los últimos en sumarse a las quejas han sido los ultraortodoxos.

Generalmente ajenos al mundo de lo material y de la farándula, estos han conocido la existencia de la modelo después de que ella acudiera a un conocido rabino para que consagrara su matrimonio. “El 99% de los ultraortodoxos nunca había oído el nombre de Bar Refaeli”, explica el periodista Israel Cohen, del popular medio de esta comunidad Kikar Hashabat y explica que el hecho de que haya acudido a un guía espiritual tan conocido y respetado ha provocado “cierto interés”.

Cohen fue quien reveló la petición de Refaeli al rabino David Grossman, presidente de una red de instituciones del estudio de la Torá y rabino jefe de la ciudad de Migdal Haemek, en el norte del país.

Contra el rabino Las críticas dentro y fuera de la comunidad no tardaron en llegar. “El rabino Grossman ha arrastrado por los suelos toda la grandeza de su trabajo hasta enterrarla bajo la desgraciada boda de una mujer que no tiene el más mínimo decoro”, señala un conocido ultraortodoxo del ámbito de la comunicación, Israel Galis, en una devastadora crítica al estilo de vida de la modelo, radicalmente opuesto a los principios de modestia y humildad de esta comunidad.

Según Grossman, que anoche fue trasladado por la pareja en helicóptero hasta el hotel -posiblemente para que no fuera fotografiado en un evento de la bohemia israelí- Refaeli ha preferido el mundo de lo espiritual para su enlace con Ezra, de 40 años (diez más que ella) y propietario de un grupo comercial de alimentación.

“Me dijo que por lo menos en su boda quiere sentir a Dios y desconectarse de la bohemia”, se justificó el rabino ante la sorpresa de tantos en Israel, y fuera de ella, que se preguntaban el por qué de una boda conservadora para quien se rige por un estilo de vida completamente laico y ha defendido tantas causas por los derechos civiles.

Pero lo cierto es que en la pareja parece haber influido más la realidad que la voluntad, dado que en este país no existe el matrimonio civil y, por lo tanto, la única opción de registrar el enlace en el Ministerio israelí del Interior es si lo celebra un rabino. “La otra alternativa es casarse por lo civil en el extranjero y en cualquier caso, si acaba divorciándose, igual deberá pasar por el rabinato”, explicó a Efe el abogado León Amirás.

Tras cumplir todo el ritual religioso, estaba previsto que Refaeli se cambiara el traje de novia que le ha diseñado Claire Waight Keller, directora creativa de la casa francesa Chloé, por un vestido más cómodo para el banquete. Y se supone que abandonaría también la ortodoxia.