Café y sabiduría tecnológica
Hirikilabs, impulsado por Tabakalera y 2016, se integra en una red de ciudades europeas
Donostia - Hirikilabs, el proyecto de laboratorio ciudadano desarrollado entre Tabakalera y Donostia 2016, se integrará en Café Europa, una red de ciudades conectadas para reflexionar sobre la relación entre la cultura y las nuevas tecnologías. La iniciativa parte de Mons (Bélgica), que este año comparte capitalidad europea con Pilsen (República Checa).
El director cultural de 2016, Xabi Paya, y la directora de Tabakalera, Ane Rodríguez, presentaron ayer la adhesión de Hirikilabs a este programa junto a Diana Franco, responsable de Hirikilabs, y Aitzol Astigarraga, encargado de programas digitales en la capitalidad.
Donostia, Mons y Pilsen participan en el proyecto junto a Kaliningrado (Rusia), Estrasburgo, Creteil, Maubeuge (Francia), Sarajevo (Bosnia), Lieja (Bélgica), Skopje (Macedonia), Karlsruhe (Alemania), Roma, Siena (Italia) y Montreal (Canadá), el único no europeo de los participantes, que mediante un sistema de videconferencia compartirán conocimiento tecnológico periódicamente.
Dos veces al mes, preferiblemente los martes, la capital guipuzcoana contactará con el resto de ciudades para presentar en tiempo real los proyectos de Hirikilabs en el Espacio 2016, donde se servirá café y se habilitará una pantalla para seguir los actos, que serán realizados en inglés.
El 24 de marzo Donostia protagonizará su primera sesión (18.00 horas) para explicar Creative Code, su programa sobre creatividad, tecnología digital y código. A partir de abril Do It Yourself / Do It With Others compartirá la experiencia de construir un panel solar desde cero. A estas sesiones se sumará en septiembre Hacker Lab, un espacio para compartir trucos y consejos de tecnología digital, mientras que en octubre Design Lab presentará los proyectos de diseño abiertos desarrollados de forma colaborativa entre diferentes ciudades europeas.
El Espacio 2016 también estará abierto a las presentaciones que realicen otras ciudades. La idea, según explicó Rodríguez, es que esta experiencia se alargue, como mínimo, hasta 2017, y el próximo año, podría ser Donostia la encargada de organizarlo.