bilbao - Acabó el BBK Live y el balance de la promotora Last Tour es positivo, aunque reconocen que hay que seguir expandiendo un proyecto que parece consolidado. Alfonso Santiago, portavoz de la organización, defiende que “el festival no ha tocado techo, pero si queremos crecer hay que buscar otro recinto”. Eso sí, Kobetamendi repetirá en el décimo aniversario que se celebrará el próximo año.
Ya finalizado, ¿qué balance hace del festival?
-En general es positivo. El transporte ha funcionado bastante mejor que el pasado año, cuando introdujimos el camping de Arraiz, lo que nos generó bastantes problemas. Este año hemos metido un mayor número de autobuses y hemos hecho un gran trabajo previo para establecer mecánicas más efectivas. Y estos cambios han dado resultados. Pero aún nos queda por mejorar, y ya estamos viendo dónde poder hacerlo en 2015.
La zona de acampada ha recibido algunas quejas...
-El camping ha ido mucho mejor con la definición y parcelación, aunque allí aún tenemos problemas de suministro de agua en horas punta. La red no da para más y habrá que seguir buscando soluciones.
El supermercado ha sido una novedad de esta edición. ¿Cómo ha funcionado?
-Creo que ha sido un buen servicio para los campistas. Les hemos ofrecido directamente productos como esterillas, linternas, champú o alimentación sin tener que moverse del lugar. Ha tenido bastante éxito. Y la ampliación del recinto hacia el arbolado, más allá de la carpa Sony, ha funcionado muy bien porque ha generado un espacio de tranquilidad durante el día y una buena zona de ocio durante la noche.
Y en lo artístico, ¿cómo valora el Festival?
-Ha habido grandes conciertos. En general, creo que todos los artistas han estado a un buen nivel. Teníamos tres cabezas de cartel muy sólidos y en el rango medio había bandas buenas y con muchísimos seguidores, como Jack Johnson, MGMT, The Lumineers, Bastille, Phoenix, Band of Horses o Foster the People.
El porcentaje de público extranjero ha crecido ¿no?
-Sí, está a la cabeza el vizcaino, con un 22 %, pero le sigue el británico, con el 17,6 %. A ese porcentaje hay que sumarle un 10,3 % francés y casi un 5,1 de Australia, Bélgica, Italia, Holanda, Estados Unidos... En total, es ya casi un tercio del total. Madrid ha aportado algo más del 11 % y Catalunya un 8.2 %.
En 2015, se celebrará el 10º aniversario del festival. ¿Qué podemos esperar, habrá algo especial?
-Estamos trabajando ya en la contratación de los artistas. Como todos los años, aspiramos a tener a los mejores. Por otro lado, estamos trabajando en actividades o eventos en paralelo con otras asociaciones o agentes de Bilbao porque esperamos que el décimo aniversario sea especial y tenga aún un mayor impacto en la propia ciudad.
Los bonos para 2015 están ya a la venta aunque no se ha adelantado el nombre de ningún artista. ¿Tienen datos al respecto?
-No definitivos, pero se están vendiendo muy bien. Aquí puede resultar extraño, pero para los habituales de festivales y amantes de la música es algo normal. Saben que repetirán y prefieren anticipar la compra y asegurarse de no quedarse sin entrada para el próximo año, o tratan de comprarla a un precio más ventajoso (hasta hoy, 85 euros más gastos).
¿Ha tocado techo el Festival al agotar entradas antes incluso de su inicio?
-No, estos eventos tienen grandes desarrollos en Europa, América o Asia y superan con facilidad los 80.000 asistentes por día. Eso sí, muchos de ellos llevan más de 30 y 40 años en el circuito. Aquí vamos por detrás, pero vamos hacia ahí. En los próximos años veremos festivales de esa magnitud en el Estado, y Bilbao BBK Live debería ser uno de ellos.
Sería imposible en Kobetamendi. Habría que cambiar de recinto, ¿no?
-Queda mucho camino por delante. Por desgracia, la localización de Kobetamendi no hace posible aspirar a más público. Es un paraje con muchísimo encanto, es cierto, pero hacer más allí no es posible. Para 2015 la previsión es que Kobetamendi sea el recinto del Festival, pero si queremos crecer es necesario encontrar otro recinto con mayor capacidad y un mejor sistema de acceso, que posiblemente sea la gran limitación de éste. Estamos subiendo a la gente a un primer monte, Kobeta, y al camping a un segundo monte, Arraiz. Eso es realmente complejo.