Suiza. Durante la tarde noche del pasado sábado tuvo lugar el enlace matrimonial por la iglesia entre Andrea Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco, y Tatiana Santo Domingo. El evento resultó impermeable para la prensa, pues tuvieron mucha presencia las medidas de seguridad, que impidieron que los periodistas inmortalizasen el momento. La unión tuvo lugar en la estación de esquí Gstaad, en suiza. Cabe destacar que la pareja ya había gozado el pasado 31 de agosto de una unión por lo civil celebrada en Mónaco, pero tras esta nueva celebración está envuelta en intereses, ya que los Grimaldi no quieren perder su poder en Mónaco. Una de las causas es que Andrea sucederá a Alberto de Mónaco al frente del Principado, a menos que este tenga un hijo con su esposa Charlene.

presentación No fueron pocos los invitados que se echaron en falta durante la presentación por aquellos periodistas que rodeaban la iglesia, pues no se les vio llegar. Esto produce la duda de si hicieron lo posible por no ser vistos, o realmente no asistieron. También puede que pasasen inadvertidos ante los ojos de los curiosos periodistas, escondidos bajo paraguas debido al mal tiempo y la lluvia. Entre estos rostros que se esperaban y no se dejaron ver, se encontraría Charlene, la ya nombrada esposa de Alberto de Mónaco, ni a Estefanía de Mónaco. Quien no asistió al evento fue Gad Elmaleh, pareja de Carlota Casiraghi (hermana de Andrea), ya que mientras estaba sucediendo la boda, escribía en su cuenta de la red social Twitter la actuación en que estaba participando. Se estima que el número de invitados rondase en torno a los 300.

Entre ellos no podía faltar el diseñador Valentino, quién había sido el responsable de realizar el vestido de novia. En las cuentas de Twitter de los invitados no faltaron las fotos con el creador del traje. No obstante este no fue el único diseñador que asistió al evento, pues también se dejó ver Karl Lagerfeld.

Las celebraciones en torno a la boda comenzaron la noche del viernes, cuando se realizó una gran cena en el refugio alpino de El Eggil. El banquete que tuvo lugar tras la celebración la tarde noche del sábado en el convento de Rougemont, tuvo lugar en el Palace, uno de los hoteles más prestigiosos de la estación de esquí de Gstaad. En este mismo local se celebraba ayer a los 2 de la tarde un brunch que servía de despedida a los invitados, y daba el colofón final a la celebración.

rosas blancas Eran cerca de las siete de la tarde, del sábado, cuando la novia entraba en la capilla del brazo de su hermana Julia Santo Domingo, cruzando el pasillo decorado con rosas blancas, mientras de fondo podía oírse el Ave María. La novia se cubría la cabeza con una capucha, para hacer frente al mal tiempo. Ella era la última en entrar en el convento. Allí le esperaba su pareja, quien había entrado acompañado de su madre Carolina de Mónaco, seguido por sus hermanos Pierre y Carlota. El día anterior a la celebración, la pareja bautizaba en el mismo lugar en que tendría lugar su boda, a su primogénito Sacha, quien nació el 21 de marzo. Los nombres elegidos para el pequeño han sido Alexandre Andrea Stéfano. De esta manera, entre el bautizo del niño y la boda religiosa de sus padres, tanto Sacha como Andrea entrarían en la línea de sucesión al Principado, en el caso de que Alberto de Mónaco no tuviera descendencia.