Dos emocionados debutantes, Lluís Llach e Itxaso Martin, reciben el Euskadi de Plata
El gremio de libreros premia las novelas 'Memoria de unos ojos pintados' y 'ni, vera'
Donostia. Dos escritores primerizos, uno nacido en 1948 y otra en 1981, han conseguido los premios Euskadi de Plata de este año, entregados ayer en el marco de la Feria del Libro. El veterano cantautor catalán Lluís Llach y la joven donostiarra Itxaso Martin han cosechado esta distinción otorgada por el Gremio de Libreros a sus respectivas novelas Memoria de unos ojos pintados (Seix Barral) y Ni, Vera (Elkar).
"Dos joyas" Según recordó Andoni Arantzegi, presidente del gremio, hasta ahora el galardón lo recibían los trabajos más vendidos en castellano y euskera durante el Día del Libro. Sin embargo, este año decidieron primar criterios de calidad literaria y rescatar "dos joyas de las muchas que bucean en el mar de novedades". "Queríamos destacar obras que a veces pasan desapercibidas", afirmó Arantzegi, que explicó que las novelas ganadoras se escogieron a través de las votaciones de las 35 librerías del gremio, que agrupa en total a 54 asociados, contando también a kioscos y distribuidoras.
La directora de la editorial Seix Barral, Elena Ramírez, excusó la ausencia de Llach y la justificó por el celo con el que el autor guarda su intimidad. De hecho, recordó, cuando publicó la novela, se negó "con humildad" a promocionarla y únicamente escribió una carta dirigida a los libreros, que con sus recomendaciones son las personas más idóneas para garantizar la "longevidad" de un libro. Por eso, transmitió su editora, Lluís Llach se sintió "muy muy conmovido" por este premio, que supone una "motivación" para seguir escribiendo.
Escrita originalmente en catalán, Memoria de unos ojos pintados narra la historia de cuatro jóvenes del barrio obrero de la Barceloneta que ven sus ilusiones y esperanzas rotas por la Guerra Civil española y la posterior represión franquista.
Quien sí acudió a la entrega de premios fue la autora del mejor libro en euskera, Ni, Vera, una obra "sorprendente y con mucha personalidad" para ser una primera novela, según dijo Arantzegi. Visiblemente emocionada, Itxaso Martin dedicó el premio a sus padres, a sus amigos, a su pareja y a su bisabuela, "fuente de inspiración".
La debutante donostiarra ha escrito una historia sobre la depresión y las enfermedades mentales, y sobre la soledad y la incomprensión que suscitan en los seres más cercanos. Martin ha relatado con crudeza el miedo de una joven a padecer la enfermedad que condenó a su abuela a pasar el resto de su vida en un psiquiátrico, y a ser marginada por la sociedad y por su familia. "Está basada en una historia real de mi familia pero habla de muchas mujeres que, todavía hoy, son tomadas por locas por no cumplir con el rol que la sociedad les marca", enfatizó.