Eibar. La escultura Txopitea eta pakea, creada por el escultor Jorge Oteiza en homenaje al pintor eibartarra Daniel Txopitea, puede volver a ser admirada por la ciudadanía en el nuevo emplazamiento que estrenó ayer en la plazoleta ubicada delante del ambulatorio eibarrés.
La obra, realizada por Jorge Oteiza y donada a la ciudad de Eibar en 1998 (un año después del fallecimiento de Txopitea), estuvo ubicada originalmente en la zona de Errebal (junto al teatro Coliseo), pero fue retirada hace seis años para acometer unas obras de reurbanización en ese entorno.
Desde entonces, la escultura ha estado guardada a buen recaudo pero sin poder ser admirada por la ciudadanía, que ayer observaba con asombro el acto organizado por el Ayuntamiento para presentar el nuevo emplazamiento de la obra.
A la cita acudieron representantes de todas las formaciones políticas de la corporación municipal, el subdirector del Museo Oteiza, Juan Pablo Huércanos; conocidos artistas locales como Imanol Larrañaga o José Zugasti; y amigos y conocidos del malogrado Daniel Txopitea. Lógicamente, tampoco faltaron a la cita los familiares del reconocido pintor, entre los que estuvieron su viuda, Begoña Zendoia; su hija, Ainize Txopitea; y su madre, Honori Guinda.
En cualquier caso, el primero en tomar la palabra fue el alcalde eibartarra, Miguel De los Toyos, que recordó cómo el propio Txopitea, "a pesar de que ya estaba enfermo", participó activamente en las discusiones que tuvieron lugar en el año 1997 para determinar dónde debía estar ubicada la escultura.
De hecho, aunque la obra ha sido emplazada ahora en la céntrica plaza del ambulatorio, el primer edil avanzó que el Ayuntamiento "no cierra la puerta a que la escultura vuelva a regresar a la zona de Errebal cuando se acometa la regeneración urbanística de ese entorno".
De los Toyos también recordó la importancia que tiene y todo lo que significa la obra Txopitea eta pakea para la ciudad de Eibar. Según sus palabras, "el máximo galardón que concede el Ayuntamiento a los ciudadanos que se lo merecen por algún logro destacable es una réplica en miniatura de esta escultura".
Por su parte, la viuda de Daniel Txopitea, Begoña Zendoia, se mostró "muy agradecida y muy contenta por ver que la escultura se ha vuelto a colocar en la ciudad". Visiblemente emocionada, también quiso agradecer "la generosidad de Oteiza, que además de trabajar muchos años con mi marido también fue su amigo". En este sentido, recordó "los más de treinta años de amistad que hemos mantenido ambas familias"; algo que "guardo con muchísimo cariño en mi corazón".
Para terminar, el subdirector del Museo Oteiza, Juan Pablo Huércanos, destacó que Txopitea eta pakea es "una escultura muy significativa y representativa de la obra de Jorge Oteiza" y se mostró "encantado de que vuelva a estar en la calle", porque "las obras de arte tienen que estar en contacto con la ciudadanía".