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'El hijo de la novia' , en directo y en euskera

Ados teatroa estrena mañana en tolosa 'emaztegaiaren semea', adaptación del filmeEl reparto lo integran Asier Hormaza, Kandido Uranga, Iñake Irastorza, Sara Cozar y Mikel Laskurain

'El hijo de la novia' , en directo y en euskeraFoto: N.g.

DONOSTIA. El hijo de la novia (2001), la entrañable película del argentino Juan José Campanella, tenía una curiosa conexión vasca: la banda sonora iba firmada por el compositor zarauztarra Ángel Illarramendi. Ahora la historia dará un nuevo salto transoceánico con el estreno de Emaztegaiaren semea, la versión que Ados Teatroa representará mañana en el Leidor de Tolosa a las 20.30 horas.

Por primera vez, una compañía teatral adaptará la exitosa tragicomedia que hace doce años protagonizaron en la gran pantalla Ricardo Darín, Héctor Alterio, Norma Aleandro, Eduardo Blanco y Natalia Verbeke. Sobre las tablas, sus personajes hablarán en euskera -la versión en castellano aún tendrá que esperar- y tendrán los rostros de Asier Hormaza, Kandido Uranga, Iñake Irastorza, Mikel Laskurain y Sara Cozar, respectivamente. Garbi Losada es la encargada la adaptación y la dramaturgia junto a José Antonio Vitoria.

La mediación de este último fue clave para que Ados se embarcara en este nuevo proyecto. "Josean es amigo de Fernando Castets, que coescribió con Campanella el guion del El hijo de la novia. Le propuso llevarlo al teatro y le pareció muy bien", asegura Losada, que no promete grandes novedades respecto a la película. Así, la obra narra con fidelidad la historia de Rafael, un hombre inmerso en una terrible crisis económica y de valores. Está divorciado, ve muy poco a su hija, elude comprometerse con su novia y hace tiempo que no visita a su madre, ingresada en un geriátrico con Alzheimer. Una serie de acontecimientos, sin embargo, le llevarán a intentar volver a hacerse con el timón de su vida.

Según afirma la directora, la acción de la obra, por razones de puesta en escena, se concentra en el restaurante italiano que regenta Rafael, pero las situaciones, los nombres de los personajes y los diálogos "son los mismos". "Son muy buenos y no tendría sentido cambiarlos", dijo Garbi Losada. Ante todo, destaca la mezcla de comedia y tragedia de un montaje "en el que a veces no sabes si tienes que reírte o no". "La emoción y las lágrimas funcionan muy bien mezcladas con la comedia. En euskera esta historia de buenos sentimientos puede sonar distinta -en ningún momento se especifica la procedencia de los personajes- pero es igual de entrañable", añade.

EL DIRECTO Preguntada por qué aportará la obra al espectador que ya conoce la historia, Losada responde a la defensiva y cargada de razones: "Nadie se cuestiona hacer Hamlet dos millones de veces en ópera, cine o teatro, pero cuando nosotros adaptamos una película siempre nos preguntan lo mismo. Y eso que entre el cine y la literatura hay mucho intercambio con obras que se llevan a la gran pantalla y viceversa". En el caso de Emaztegaiaren semea, consideraron que "lo importante era volver a contar una historia preciosa" que en su versión teatral tiene el aliciente del directo.

El protagonista principal, Asier Hormaza, es de la misma opinión. "El cine y el teatro emplean lenguajes diferentes. En una película está todo editado y aquí las emociones, las risas y las lágrimas, vienen directamente del escenario. Ese es un motivo más que suficiente para animarse a disfrutar otra vez de El hijo de la novia", sostiene el intérprete, que también destaca el atractivo de una trama que aborda temas "desgraciadamente muy actuales". "Al menos, la función no tiene un final trágico y abre una puerta a la esperanza".

Resulta inevitable preguntar a Hormaza si se ha inspirado en la actuación de Darín para el personaje de Rafael. "Si te digo la verdad, vi la película cuando se estrenó en el cine y no la he vuelto a ver, y mucho menos teniendo el reto de interpretar este personaje", comenta. En su opinión, "cada interpretación es diferente, tiene su valor y merece un respeto". "Los estilos pueden ser comparables, pero si hubiera un millón de actores para interpretar a Rafael, habría un millón de formas de hacerlo. Esa es la riqueza de nuestro trabajo", concluye.