donostia. La Casa Xenpelar de Errenteria (C/Magdalena 30) acogerá mañana, a las 19.30 horas, la presentación de la obra De la guerra al exilio, en la que participarán el autor, Txema Arenzana, el historiador y prologuista, Josu Txueka, y el alcalde de la localidad guipuzcoana, Julen Mendoza.

La obra recorre la vida de Miguel José Garmendia (Oroz-Betelu, 1909-México, 1986), un reconocido militante navarro del PNV que ocupó diferentes cargos en el Gobierno de la II República y que tuvo que exiliarse en México tras estallar la Guerra Civil. Según apunta Josu Chueca, "el libro recoge la singladura, fundamentalmente política, de una persona de costumbres e ideas avanzadas".

Txema Arenzana comenzó a bucear en la vida Miguel José Garmendia en enero de 2010, un trabajo que prácticamente ha finalizado con la edición del libro. "Han sido dos años y medio en sesiones de mañana, tarde y noche, que es lo que suele ocurrir cuando te metes en proyectos de este tipo. Te obsesionas con el personaje hasta tal punto que cuando no estás pensando en tirar de un hilo tiras de otro. Me tomé algún descanso para liberar la mente pero ha sido una experiencia muy intensa y muy bonita". Una investigación en la que ha contado con numerosas ayudas externas pero cuyo trabajo principal ha radicado en su indagación en diferentes archivos y correspondencias, como las que mantuvo Garmendia con Manuel Irujo. "En el Archivo de Navarra prácticamente no encontré nada, los archivos de PNV han sido los que más me han aportado y de los del Ejército llegué a recuperar su expediente completo".

obreros de eibar "Inicialmente -apunta Arenzana-, yo lo desconocía todo sobre él. Dicen que si no sabes de un tema, escribe un libro, y ha sido mi caso. El punto de arranque fue que había nacido en Oroz-Betelu y que era un personaje importante... Yo no tenía más que unos apuntes sobre lo único que sabían en el pueblo de él, que había sido jefe de prisiones en la II República. A partir de ahí ha sido un descubrimiento total de un personaje que me enganchó y del que, una vez metido en harina, fui descubriendo todas sus facetas y episodios, como el del año 34, en el que formó parte de un despacho de abogados a través del que defendió a los obreros eibarreses, es decir, el PNV defendiendo a unos revolucionarios". Definido por el propio autor como un actor "secundario, aunque muchas veces estos son más importantes que los propios protagonistas", Arenzana describe a Garmendia como "un colaborador imprescindible en el desarrollo de lo que fue la vida del Partido Nacionalista Vasco durante muchos años. Él siempre fue un hombre de partido, dispuesto a hacer lo que le pidieran. Por otra parte, en la guerra tuvo un papel importante en la humanización del conflicto, ya que cuando las cárceles se convirtieron en una anarquía total en la que no se respetaba nada, el luchó por los derechos de todos los presos. Pero su mayor obsesión fue el papel de Navarra en el conjunto de Euskadi. Para él, Navarra era la patria de Euskal Herria, y luchó por eso siempre, sobre todo desde el exilio".