"Al público se le dirige, se le dice lo que tiene que pensar"
El investigador del Centro de Humanidades y Ciencias Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas abrió ayer en el festival 'Inmediaciones', en Pamplona, un taller que reflexionará en torno al lugar del artista y del público en la escena contemporánea
pamplona. "Obras que no buscan respuesta, sino un lugar, un cuerpo o una posibilidad de cuerpo con el que estar en escena". Esta frase de Óscar Cornago resume bien la intención de su curso, un seminario que incide en la hibridación que caracteriza una parte de las artes escénicas actuales.
¿Qué hace un filólogo e investigador teatral en el CSIC?
(ríe) Digamos que la Filología fue mi puerta de entrada al CSIC, luego ya me pasé al campo de las artes escénicas, donde me dedico a investigar, es decir, a plantear preguntas y a tratar de desarrollar recorridos que a veces no son los más habituales. Trabajo sobre todo con la escena contemporánea, concretamente, con esa parte de la creación que se encuentra en un espacio intermedio entre lo que antes se consideraba danza, teatro, performance... Me interesa ese espacio, y me dedico a establecer relaciones entre las propuestas de los creadores y las corrientes de pensamiento contemporáneas Dónde se coloca el público en este tipo de prácticas o de obras y qué tiene que ver eso con la utilización del público en otros espacios sociales.
¿Las propuestas contemporáneas exigen más trabajo del público?
No sé si la palabra trabajar es la adecuada. Siempre se ha dicho que el público es un ente pasivo al que hay que hacerle pensar. Y yo creo que al público hay que hacerle sentir más que involucrarle desde un punto de vista muy racional. Por eso me interesan estas obras contemporáneas, porque tratan de crear una situación que no es la habitual.
En la misma línea, estos creadores también se salen de los cauces convencionales.
Muchos de estos artistas que vienen a Inmediaciones, al igual que la sociedad, se están cuestionando, por un lado, cómo hacerse públicos, es decir, cómo salir a escena, cómo hablar, cómo bailar... Porque de su manera de comportarse y exponerse depende también la relación que van a establecer con el público. La audiencia es algo que todos los artistas quieren, cuanto más mejor y cuanto menos, un fracaso. Se apela mucho a él y parece que tiene libertad para elegir, pero en realidad se le dirige, se le dice lo que tiene que pensar. Y este tipo de propuestas tratan de colocar al público en un lugar distinto.
Queda claro que esta clase de creadores son también investigadores.
Se habla mucho de investigar a través de las artes escénicas, porque son obras que no están buscando solo un efecto, sino que el proceso también es importante. En todas estas obras hay una búsqueda, un replanteamiento de cuestiones culturales, de identidades...
¿Qué lugar ocupan el lenguaje y el cuerpo en este tipo de creación?
La cuestión pasa más por el modo de exponerse. Y ahí entra el cuerpo. Un cuerpo que tiene que ver con lo físico, pero también con lo social, porque apela al cuerpo del público. El artista se dirige a espectadores que, por supuesto, tienen cabeza para pensar en todo lo que está sucediendo, pero también cuerpo para sentir lo que esa situación propone.