Goya en Bilbao...
el bellas artes exhibe por primera vez las cuatro series más famosas del pintor, en las que subraya su crítica y mordacidad
LA obra en papel es un soporte muy sensible que no permite que esté expuesto constantemente. Solo de vez en cuando puede salir a la luz y puede darse a conocer al público. El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha decidido sacar por primera vez completas las cuatro series de grabados de Goya (Caprichos, Desastres, Tauromaquia y Disparates) que pertenecen a su colección. Las 224 estampas descansan en la sala BBK, a una temperatura de 20 grados, 50% de humedad y bajo una luz tenue, con lámparas incandescentes regulables, con el objeto de dar a conocer al Goya más desconocido por el público, el grabador. El recorrido por esta exposición, comisariada por Javier Novo, desvela la inusitada libertad creativa del maestro, su crítica mordaz sobre aspectos políticos, religiosos y sociales de la época, además de su dominio de la técnica del grabado.
El director de la pinacoteca bilbaina, Javier Viar, explicó ayer que el trabajo sobre papel de Goya marca un "punto de inflexión" en la historia del grabado en Europa. El visitante que acuda al museo tendrá la oportunidad de ver la evolución del pensamiento plástico de Goya y su capacidad expresiva a lo largo de su etapa de madurez, los 20 años finales de su carrera artística.
El espíritu crítico de Goya se muestra en casi todas sus obras, pero en estos grabados se percibe aún más. Las obras reúnen la parte más íntima y libre del pensamiento del artista, que observó la tensa realidad de su tiempo con una actitud crítica que extendió, con amargura, a la condición humana. También liberó las inquietudes de su espíritu, dando lugar a obras de una insólita originalidad, que anticipan en buena medida la posterior iconografía surrealista.
sus 'caprichos' Al públicole resultarán muy expresivas y actuales las 80 estampas de Los Caprichos, ya que muchos de los defectos sociales sobre los que inciden han llegado vivos hasta nuestros días. En ellas, denuncia la ignorancia, la mala educación, los matrimonios de convivencia, la prostitución, la brujería... En los conocidos como Las asnerías, utilizó la personificación de animales para poner de relieve comportamientos necios, injusticias sociales o el mal ejercicio de algunos profesiones, de las que Goya no salvó ni siquiera la del pintor. El maestro prefirió retirarlas del mercado por miedo a las posibles represalias de la censura.
La segunda serie, Desastres de la guerra, formada por 82 estampas, comenzó a ser pasada a planchas hacia 1.810, en plena invasión de las tropas napoleónicas y refleja la impresión de los horrores de la guerra y sus atroces consecuencias. Entre los años 1815 y 1816 surgió Tauromaquia con 40 grabados que expresa la emoción de Goya ante los toros, sus lances, suertes y episodios. Resultó la más comercial de todas.
La muestra se cierra con los 22 enigmáticos Disparates, en clave grotesca sobre las limitaciones del ser humano, que no fueron publicados en vida de Goya. Imaginó y soñó un mundo caótico y una humanidad desorientada, quizá como reflejo de la época convulsa que le tocó vivir y de sus propios miedos.
El pintor bebió de las fuentes de Durero, Rembrandt y Velázquez e influyó en creadores como Saura, Picasso o Bacon. En esta exposición, se exhiben obras en papel de artistas que le precedieron y pintores posteriores que evidencian en su obra la influencia del genio de Fuendetodos.
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