EL espíritu revolucionario y humilde de la miliciana de Egia Casilda Méndez tomará cuerpo a partir de hoy en su ciudad natal a través de la librería Kaxilda, que esta tarde abrirá sus puertas "a las personas interesadas en la producción de pensamiento crítico, la acción política, la práctica artística, la experimentación o la investigación: un espacio abierto a lo imprevisible, a la transformación, a cruces, alianzas, roces, fricciones, afecciones, a la voracidad".

El apetito es, quizá, el único requisito para acceder a Kaxilda (Arroka 6), situada en la planta baja del restaurante Kaskazuri, ahora en flexible régimen macrobiótico. Su ubicación no es solo geográfica: los alimentos biológicos, procedentes de productores locales, que utiliza el restaurante impregnarán también los desayunos, aperitivos y meriendas que planean los entusiasmados impulsores de este proyecto híbrido: Josean, natural de la localidad navarra de Barañain, Miren, de Elgoibar, el chileno Esteban y Dario, natural de Livorno, la ciudad más roja de Italia. En la inauguración, que se desarrollará esta tarde a partir de 19.30 horas envuelta por la música de Musergo y HombrePantera y el ritmo de la coreógrafa Idoia Zabaleta, no faltará avituallamiento.

En sus estanterías se contiene "la pluralidad de la vida", abunda Esteban: de los Crímenes ejemplares de Max Aub al Alfabeto sobre literatura infantil de Bernardo Atxaga, un libro sobre Durruti o un rincón dedicado a la música de Eskorbuto o Barricada.

Formados en la filosofía y en los movimientos sociales, ligados por el afecto en Barcelona, ahora residen en Gipuzkoa y están dispuestos a emular lo que significa para Pamplona, Vitoria y Bilbao lugares como La hormiga atómica, Zapateneo y Likiniano, respectivamente. Es decir, la "independencia política, cultural y artística a través de los libros", "visibilizando otras maneras de pensar", apunta Josean, con obras empapadas en "corrientes de pensamiento crítico, feminismo y ecologismo, aquello que no circula por la vía de la cultura oficial", precisa Dario. También estarán disponibles el catálogo de Eguzki Bideoak y discos de vinilo de grupos y compañías independientes.

Kaxilda busca atraer a personas que no solo consulten, lean o compren, sino que también participen "construyendo el lugar". De hecho, la propia librería está fabricada con manos amigas a partir del material recuperado de palés. Para ganarse complicidades, a partir de junio, establecerán una estructura de dos jueves al mes y un sábado por la mañana en la que colectivos y vecinos podrán organizar actividades sin tener que plegarse a la burocracia.

'microhistorias' La historia de Kaxilda comenzó, inevitablemente, con un libro. En el volumen Los anarquistas y la Guerra en Euskadi, editado por Txertoa, se incluye una parte final, firmada por Luis María Jiménez Aberasturi, en la que se narra en primera persona la vida de la anarquista donostiarra Casilda Méndez.

Los impulsores de esta librería nutritiva y casi comestible apreciaron la narración, la filosofía libertaria y la actitud desmitificadora de esta mujer valiente, que inspira las señas de identidad del espacio. Como recuerda Esteban, "la Historia con mayúsculas la suelen escribir los vencedores; las microhistorias ocultas articulan la verdad". Por eso, su librería aspira a ser un contenedor de muchas historias en minúsculas y constituir un refugio para "kaxildos y kaxildas".