Badiola asegura que a principios de mayo habrá director en Tabakalera

Donosta. La diputada de Cultura de Gipuzkoa, Ikerne Badiola, afirmó ayer en una entrevista que no se han cumplido los "augurios catastrofistas" de quienes dudaban del gobierno de Bildu y que se está demostrando que la coalición no se ha puesto "la txapela" para gestionar la cultura.

"Pero tenemos una cultura propia que puede ser vista y reconocida más allá de localismos, y que debemos mostrar orgullosos. Hay mimbres suficientes para que seamos un referente en Europa", destacó Badiola, secretaria de Comunicación de EA, y titular de Cultura y Deportes del equipo de Martín Garitano desde el 30 de junio de 2011.

Badiola (Zumarraga, 1971), señaló que la crisis ha limitado el presupuesto de su departamento para este año a 46.780.000 euros -19,4 para Cultura-, y cree que "quizá" no refleje lo que son las "líneas maestras" de la legislatura, que afirmó que se empezarían a verse partir de las cuentas de 2013.

Una Tabakalera ya terminada, el proyecto de la Capitalidad Cultural Donostia 2016 y la creación de la biblioteca nacional vasca en el centro Koldo Mitxelena son apuestas "estratégicas" que dijo que se materializarían antes de las elecciones forales de 2015.

Señaló que a finales de abril o principios de mayo habrá director para Tabakalera, un puesto para el que han recibido alrededor de 150 solicitudes, de las que se está haciendo ya "la primera criba".

Badiola reiteró que el nuevo responsable es imprescindible para definir los usos del futuro Centro Internacional de Cultura Contemporánea de Donostia.

"Es necesaria una cabeza para poder avanzar", advirtió la diputada sobre este punto, motivo de fricción con el Gobierno Vasco, que duda de que la Diputación y el Ayuntamiento donostiarra, los otros socios del consejo de administración del CICC, tengan claro lo que quieren hacer con el proyecto.

Recalcó que la idea inicial, la de que el CICC pivotase sobre la cultura audiovisual, no se ha "descartado", como tampoco que el edificio acoja las sedes de la Filmoteca Vasca y el Instituto Etxepare. "Lo que hay que hacer es adecuarla a la situación actual y a la situación económica", añadió.

Este año también, después del verano, se desvelará el uso que tendrá el museo de Santa Teresa, situado en la Parte Vieja donostiarra, que según Badiola "tiene muchas novias".

De lo que no ejercerá este antiguo convento, rehabilitado en 2006 con el objeto de destinarlo a la exhibición del patrimonio histórico-artístico, es de museo. "Cuando concluya el traslado de los fondos de San Telmo desde Santa Teresa al centro Gordailua de Irun, le daremos una alegría a alguien", señaló la diputada, que explicó que tenían diferentes propuestas "encima de la mesa", incluida la posibilidad de reubicar en este espacio a los trabajadores de Tabakalera.

También deseó que a partir de 2013 tome forma otra de las "prioridades" de la Diputación, la de complementar el Museo Balenciaga de Getaria con lo que durante los últimos años se ha definido como escuela de alta costura.

"La dirección del centro está profundizando ya en ese tema, aunque tampoco sería una escuela formal y reglada como tal. Pero tenemos claro que la labor educativa y divulgativa es fundamental y se tiene que dar. De hecho, se están haciendo algunas cosas esporádicas", indicó.

Otra línea que reforzará su departamento es la creación de una red de museos de Gipuzkoa para "sacar el valor que tiene cada uno".

Del más de medio centenar que existen en el territorio, recordó que son propiedad íntegra de la Diputación el de Zumalakarregi (Ormaiztegi), Agorregi (Aia), Igartubeitia (Ezkio-Itsaso), Ondartxo (Pasaia) y el Naval (Donostia).

La posibilidad de reabrir Chillida-Leku sigue en vía muerta, sin novedad, después de que la familia del escultor vasco anunciara que no prevé otra opción distinta a la de la compraventa, lo que dejó a Badiola y a la consejera de Cultura, Blanca Urgell, sin margen de maniobra tras haber mantenido una postura unánime en sus negociaciones con los allegados del artista.

Ese acuerdo entre la diputada foral y la consejera, sin embargo, se ha quebrado en Tabakalera, donde las diferentes visiones sobre el proceso a seguir llevó el viernes a Urgell a renunciar a la presidencia del CICC, que le correspondía por rotación.

Badiola aseguró, sin embargo, que su relación con ella "es buena", aunque discrepen "en algunos temas". "En las cuestiones en que estamos firmemente convencidas ambas instituciones, actuamos unánimemente, sin complejos", subrayó.