valladolid. Convencido de que ETA se halla en un proceso de disolución "irreversible", el periodista y escritor Carlos Fonseca ha dado a la imprenta Luz Negra, acaso la primera novela íntegramente centrada en la banda asesina y en cuyo entorno ha buceado para desterrar una posible "imagen estereotipada".
"Fuera del País Vasco se tiene una imagen muy corta y estereotipada de ETA, por eso me apetecía contar la trastienda de algo que no me resulta ajeno, ya que llevo 25 años escribiendo sobre violencia política", explicó ayer a Efe Fonseca (Madrid, 1959), también autor de novelas ambientadas en la memoria histórica, entre ellas Trece rosas rojas (2004).
Los terroristas, antes de serlo y mientras prestan sus servicios, "son gente corriente además de asesinos, con sentimientos, familia y trabajo, personas normales que cuando se comprometen desde la militancia provocan un efecto dentro de un entorno que a veces nada tiene que ver con el mundo aber-tzale o no lo comparten", dijo. Fonseca se vale de Eneko, Aritz y Libia, el trío de jóvenes protagonistas de Luz Negra (Temas de Hoy) -una novela ambientada en Donostia- para tratar de enfocar la realidad de la violencia terrorista en el País Vasco desde todos los ángulos, básicamente desde la captación de futuros militantes.
La violencia callejera y el entorno abertzale son el primer paso de un engranaje que atraviesa varios estadios "de los cuales resulta muy complicado salir", precisó Fonseca, autor hace ya más de una década del ensayo Negociar con ETA (1996). A diferencia de la memoria histórica, advirtió, en el caso de ETA "no existe en España un sola novela sobre ella si exceptuamos algo de Fernando Aramburu y Bernardo Atxaga, ni tampoco muchas películas de ficción", lo que achacó al carácter "controvertido" de un asunto que aún se considera "tabú". Y todo a pesar de la deriva "irreversible" en que se encuentra la banda asesina, "pero no desde un convencimiento moral de que está muy mal el hecho de matar, sino porque se han dado cuenta de que asesinar ahora no suma, sino que resta, y que no les queda otra salida que hacer política".