Nostalgia de la infancia

FUE durante un Festival de Sitges cuando Pau Freixas, autor de filmes como Cámara oscura y Cáctus, se dio cuenta de que el tipo de cine que hacía -terror para adolescentes- no le satisfacía lo más mínimo. "El género fue útil para aprender los resortes de la profesión, pero no me servía para contar las cosas que me interesaban", explicó ayer en Donostia. Por eso, hace cuatro años decidió cambiar de rumbo y contar una historia sobre la "nostalgia de la infancia" con la que ganó el Premio del Público en el Festival de Málaga y que mañana llega a las pantallas de todo el Estado. Se titula Héroes y él la considera su primer trabajo.

Ambientada en la España de los años 80, el filme narra el mejor verano en la vida de cinco niños. La trama, en cuya escritura también ha participado Albert Espinosa, tiene mucho de las propias vivencias de Freixas, para quien aquellos tiempos -los veranos en la segunda residencia, el camping, la separación de sus padres- fueron muy especiales. Era, a su juicio, una época "colorista" en la que, lejos aún del "cinismo actual", imperaban valores que encajan con su idea de la infancia. "Héroes defiende la inocencia y la ingenuidad como valores a reivindicar", aseveró, y abogó por "mantener el niño que todos llevamos dentro" y luchar para "no perder la capacidad de ver las cosas como si sucedieran por primera vez".

Freixas no tuvo complejo en reconocer la influencia de títulos como Los Goonies o ET, películas que le marcaron como espectador cuando era un niño y que han estado muy presentes al construir Héroes. "No ha sido algo forzado, si el formato remite al clasicismo de los 80 es porque es el tipo de cine con el que crecí y es el estilo narrativo que me atrae", aseguró el autor, que dijo haber pensado "poco" en el espectador a la hora de contar la historia. "He pensado más en mí", zanjó.

experiencia

Reparto infantil

Entre los intérpretes adultos de este emocionado homenaje a la niñez figuran Àlex Brendemühl, Eva Santolaria, Emma Suárez y Lluís Homar, aunque los verdaderos protagonistas son los cinco niños que resultaron elegidos entre 800 aspirantes. El director tenía claro que debían ser no profesionales, para que no estuvieran contaminados por los códigos y el estrés de un rodaje, y para plantearles la filmación como "una experiencia personal". Así, dos semanas antes de empezar a rodar les hizo convivir en un campamento y también procuró que, mientras filmaban, vivieran como verdaderos amigos. Freixas, que nunca había dirigido a niños, estaba bastante "asustado", pero finalmente consiguió su objetivo y la película se convirtió también en el mejor verano de los cinco chavales, algo que se percibe totalmente en sus actuaciones.

Nerea Camacho, la joven intérprete de Camino, hace una aparición especial en este trabajo rodado en catalán que para el resto del Estado se ha doblado al castellano.