"El disco es el cuaderno de bitácora de una navegación por los mares del deseo"
La Sala Rockstar de Illumbe se convertirá hoy en un placentero hervidero donde el siempre ardiente Doctor Deseo presentará 'Cartografía imposible' (Baga-Biga, 2010), su último álbum. Aún quedan unas pocas entradas para el concierto que comenzará a partir de las 22.00 horas
DONOSTIA. Aunque Deseo: cartografía imposible es el décimo primer álbum de los bilbainos, es el primero que dedican íntegramente al sentimiento que sirvió para bautizar al grupo nacido en 1987. Lo presentaron hace sólo dos meses y hasta ahora han llenado todas las salas donde lo han presentado: Durango, Vitoria, Pamplona, Madrid, Barcelona... Según apunta Francis Díez, compositor y vocalista de la banda, su objetivo es "que cada concierto sea una fiesta y una celebración". También en Donostia, donde están a punto de agotar las entradas. "Incluso hemos retrasado el comienzo del bolo para que no coincida con el partido de la Real y la gente se pueda acercar a la Sala Rockstar. ¡Y a ver si subís de una puta vez a Primera!", bromea.
¡En su web anuncian el concierto de Donostia con una imagen que funde el escudo de la Real Sociedad con el logo de Doctor Deseo!
Sí, ha sido un detalle del webmaster. Algunos incluso nos han pedido que hagamos camisetas, pero tampoco es para tanto.
Y sus paisanos del Athletic se les pueden enfadar...
Bueno, no, tampoco soy muy futbolero, pero si sube la Real muchos amigos se alegrarán y yo por ellos.
Dedican íntegramente el disco al deseo. ¿No llevaban más de 20 años cantando sobre ese tema?
Es obvio que el deseo siempre ha estado muy presente en nuestras canciones, y por algo nos llamamos como nos llamamos. Pero después de tanto tiempo creímos que ya era hora de hacer un doctorado sobre el deseo y publicar un disco monográfico. El trabajo es conceptual en cuanto a la temática: todas las canciones están escritas en los territorios del deseo, mientras que en otros discos podía haber canciones que lo abordaban o tocaban de refilón, mezclado con otras historias. Este último álbum navega en exclusiva por los mares del deseo, que unas veces son plácidos, calmados y maravillosos, y otras son tormentosos y están plagados de monstruos. En cierto modo, el disco es una especie de cuaderno de bitácora de una navegación por los mares del deseo.
Ustedes, además, identifican deseo con conocimiento...
El conocimiento es quizá el deseo más humano y potente. Uno sabe que cuanto más conoce, más cosas le quedan por conocer. Si Sócrates decía aquello de "Sólo sé que no sé nada" es porque sabía bastante. En los territorios del deseo ocurre lo mismo. Aprendes continuamente y tropiezas de joven, de adulto, de mayor y de viejo. Ese aprendizaje de vida no impide que vayas trazando tus pequeños mapas parciales, esas pequeñas cartografías que sirven para moverte por el territorio del deseo, que precisamente es la vida.
¿Y por qué tildan de "imposible" esa cartografía?
Porque uno va aprendiendo, sí, pero el océano es inmenso. Descubres cosas, hallas respuestas y surgen nuevas preguntas. Por eso es siempre imposible y por eso es una eterna aventura. En eso consiste la vida. Hay quien piensa que llegado cierto momento se acabó la aventura y sólo queda repetir las mismas cosas. Pero vivir en los territorios del deseo es siempre una aventura, porque el deseo siempre quiere más, es insaciable, va a por todas. Es complejo y confuso, porque el deseo que te salva también te puede matar. Moverse en ese territorio es un aprendizaje de vida continuo. Por eso es una cartografía imposible, porque siempre hay territorios en blanco y espacios sin explorar.
¿Es cierto que el concepto del disco lo sugirió un tatuaje?
Sí, dos chicas vinieron a vernos a Pamplona, y una de ellas llevaba tatuada sobre el culo la palabra "Deseo". Me pareció precioso y me hizo reflexionar sobre el hecho de que, incluso simbólicamente, tenemos el deseo tatuado en la piel, nos guste o no. Podemos evitarlo, taparlo o hacer todo tipo de cosas con él, pero las sociedades que no desean son neuróticas, y por tanto más fáciles de controlar... Todas las religiones lo han negado, las ideologías lo han sustituido por el consumo y es un territorio difícil, complejo. Pero, sin embargo, nos va la vida en ello porque pensamos que, de alguna manera, desear es vivir.
Aunque acostumbra a negar su gusto por la provocación, han colocado dos traseros en la portada y contraportada del disco.
Quienes compren el disco no creo que se vean sorprendidos? La intención no es escandalizar, sino plantear algo bello. El tacto de la portada es tan agradable que lo que apetece es tocar esos culos. Al final, el sitio del que partimos es nuestra piel, y queríamos darle importancia a cada parte de nuestro cuerpo.
Y en el cuadernillo no han renunciado a imágenes explícitas de genitales masculinos y femeninos...
¿Cómo coño íbamos a renunciar a ello? Lo queríamos poner en primer plano, en pedacitos, y que cada parte de nuestro cuerpo pueda ser objeto y sujeto del deseo. La intención no era escandalizar, porque eso es problema de cada uno, que mira como quiere. Pero nos apetecía incluir algo bello y sin identidad, que pudiera ser el culo, el brazo, el vientre o la polla de cualquiera. Es algo atractivo.
Hablemos de la sonoridad del disco, que parece haber mirado más al sur que en anteriores ocasiones.
Hemos intentado ampliar horizontes sonoros aprovechando la exuberancia del deseo. Suelo ir a Marruecos con bastante frecuencia, me encanta el Atlas desde pequeño. Como la parte más folklórica de Marraquech ya la conozco, últimamente me he movido bastante por sus discotecas. Me chifla el araf, la música electrónica con bases de hip hop y house sobre ritmos populares árabes. Suelen pincharlo en discotecas y cabarés. Además, ese sonido nos venía bien para enlazar con la historia de Las mil y una noches. Igual que Sherezade contaba historias para no perder la cabeza, nosotros cantamos canciones también para no perder la cabeza. Por eso hemos añadido esos puntos árabes y nos hemos tirado hacia Oriente.
También se han puesto bastante flamencos...
Hemos acentuado los elementos flamencos que ya hemos utilizado otras veces. Hay guitarras y voces flamencas y yo también canto con la voz un poco más aflamencada. De todos modos, salvo una Rickenbacker, hemos grabado todo el disco con amplificadores y guitarras Fender, buscando con leves distorsiones lograr un sonido vintage que recordarse al origen del rock and roll, al western y al surf. Está hecho desde el norte, Bilbao, pero mirando al sur. Y es un disco para bailar, a lo suelto o agarrado, con valses para girar, con temas que tienen bases más groove, más discotequeras.