HANNIBAL Laguna y Juanjo Oliva supieron dar brillo, elegancia y su tradicional buen hacer al ecuador de Cibeles Madrid Fashion Week, en una mañana en la que Amaya Arzuaga y Duyos aportaron amplios volúmenes y superposición de tejidos, respectivamente.

Juanjo Oliva abrió ayer la pasarela con propuestas para el próximo otoño-invierno en las que pone "en guardia" a la mujer, con una colección, En Garde, inspirada en el deporte de la esgrima. Con ese espíritu, el madrileño logra un efecto futurista, tanto por los materiales como por los acabados.

Partiendo del negro, Oliva enfunda a la mujer en ceñidos vestidos y pantalones llenos de pliegues que recuerdan a la hípica, efecto que refuerza con largos flecos en los puños, para pasar después a las faldas de extraordinario vuelo. Con una sobria paleta de colores que no pasa del negro, verde botella y el teja, el creador va despojando a las prendas de estructura para llegar, con tejidos suaves y ligeros, a una línea de vaporosos vestidos de fiesta que combina con sensuales encajes negros.

sofisticación y esencia

Exquisitos tejidos de Duyos

Al ritmo de la música del grupo Russian Red salieron a desfilar las modelos para Duyos, quien apuesta la próxima temporada por exquisitos tejidos naturales como las sedas, muselinas y organzas, combinados con otros de más cuerpo como el paño cachemir o la lana fría satinada.

Juan Duyos se decanta por el contraste de colores y de materiales y la superposición de distintos tejidos, todos ellos conjuntados con vistosos tocados en forma de casquetes cilíndricos. Los drapeados y los plisados se abren paso en la nueva colección del diseñador, quien juega a combinar colores como el rojo inglés, aguamarina, oro o fresa con los magenta, berenjena y champagne.

"Suntuosa, brillante, enigmática". Así quiere vestir Hannibal Laguna a la mujer de hoy con Granviaswing -en homenaje al centenario de la Gran Vía madrileña-, una colección tan elegante y sofisticada como siempre, con intensos juegos de contrastes y volúmenes.

En sus vestidos, el venezolano pronuncia la cintura, juega con seductores escotes y hace cortes al bies que logran una escultural silueta lápiz, con amplios elementos arquitectónicos y acabados minerales.

Los brillos los consigue al tramar los tejidos con filamentos metálicos, mientras que para los perfiles ajustados utiliza las lanas cálidas, los terciopelos y sinuosos rasos de seda con negros absolutos, distintos oros y unos espectaculares y aplaudidos berenjena.

Tan exquisita materia prima da como resultado delicados vestidos joya de barnices luminosos, logrados a base de esmaltes y cristales tallados, auténticas piezas únicas del diseño textil. Espectacular desfile el del venezolano, que tuvo como público de excepción a numerosas caras del mundo del espectáculo.

Para Amaya Arzuaga, volver a la esencia de los materiales y las formas era una de sus prioridades en esta colección, conformada a base de puzzles y patrones que encajan unos con otros, según dijo la diseñadora a Efe.

Arzuaga utiliza las estructuras de hilos en sus vestidos de fibra y los volúmenes constructivos en sus vestidos nube, como un espectacular negro que supone casi el único largo de la colección.

La piel, la lana, la seda de metal y las lentejuelas bicolores son sus materiales base, con sobriedad de colores en los que abunda el negro, el naranja fuerte y el azul cobalto.

Como complemento de contraste Arzuaga introduce un vertiginoso tacón tornillo, "nada incómodo" -dice- debido a su elevada plataforma, aunque las modelos tienen la última palabra.