Donostia. Al menos en su edición española, el DVD de Robogeisha debería incluir a modo de extra las imágenes de la rueda de prensa en la que ayer el director Noburu Iguchi habló de su película. El encuentro con los periodistas fue casi tan delirante como la propia cinta, que narra la historia de un ejército de mujeres que son mitad geishas, mitad robots. Supuestamente, las jóvenes son reclutadas por una organización que quiere combatir la corrupción y que las convierte en máquinas asesinas implantando en sus cuerpos toda suerte de armamento. Pero Yoshie, la protagonista, se da cuenta de que en realidad las han secuestrado para utilizarlas como títeres de una misión mucho más oscura.
Para urdir esta fantasía cómico-violenta que hoy clausurará la Semana, Iguchi ha contado con la colaboración de Yoshihiro Nishimura, uno de los mayores especialistas de efectos especiales y de maquillaje en Japón. Él, que también ha dirigido filmes como Tokyo Gore Police y Tokyo Gore Police Vampire Girl vs. Frankenstein Girl
El director desveló que "no fue difícil mezclar" el mundo de la ciencia ficción japonesa -robots, manga, anime- con la tradición de su país -geishas y samurais-, ya que desde niño fue un ávido consumidor de los cines que abordaban esos temas. Además, se mostró feliz por haber podido incluir geishas y samurais, figuras que hoy han perdido interés entre los jóvenes nipones.
"Introduje a los robots porque tuve muchas restricciones para matar
Además, se refirió al estreno en su país, que tuvo lugar hace un mes. Según relató, entre el heterogéneo público que ha acudido a las salas destacaban las amas de casa que acompañaban a sus hijos. "Los espectadores japoneses ven la película serios, callados y sin reír mucho. Casi todos se quedan boquiabiertos", afirmó antes de que alguien le advirtiera de que hoy en la clausura del Principal, donde se pasará fuera de concurso, no habrá mucho silencio. "Tengo un poco de miedo a la reacción de este público, pero estaré encantado de recibir quejas y gritos", dijo.
futuros proyectos La "inagotable imaginación" de Iguchi trabaja ya en tres proyectos. El primero es un remake de una película japonesa de robots de los años 70 que incluirá "abundantes escenas de sangre y disecciones" rodadas sin restricciones. La segunda, para variar, será una película splatter con mutantes, "muy violenta, sangrienta y cargada de acción". "Tengo permiso del productor para hacer lo que quiera, quizá hasta pueda volar por los aires el monte Fuji", indicó. Para rizar el rizo, anunció que el tercer título que baraja es una historia de samurais, un híbrido entre Lobo solitario y Lobo solitario Pesadilla en Elm Street