Sentir la presión por sobresalir en todo y no fallar absolutamente en nada. Ser perfectos. Con eso quiere romper Una familia de superhéroes, la última producción creada por el director noruego Rasmus A. Sivertsen, que nos invita en esta producción estrenada en euskera y en castellano, además de en otra multitud de idiomas, a reflexionar sobre eso a lo que llamamos superexigencia, y a encontrar el valor en las cosas que nos apasionan, sin necesidad de destacar en todo. Porque el mensaje que cala con fuerza en esta película es que no hace falta ser un superhéroe para ser súper.

Con unos cuidados personajes, diseñados por Carter Goodrich (el mismo artista detrás de Gru, o Coco), la historia nos presenta a Hedvig, una niña de 11 años a la que le ha tocado ponerse en la piel, “literalmente, de su padre, asumiendo el puesto de superheroína del pueblo”. El propio Sivertsen explica que esta aventura cinematográfica se basa un poco en su propia vida. Su hijo tiene dislexia, y esta historia se inspiró al verle luchar, tratando de ser “súper. De ahí surgió la idea de qué ocurre cuando una persona que no tiene características de superhéroe de pronto tiene que convertirse en uno”, recuerda.

Y es que cuando estaba investigando esta situación, leyendo artículos sobre los niños y adolescentes hoy en día, leía que están “muy estresados”.

Hedvig, una niña de 11 años, es la protagonista de este largometraje. Cedida

Y es que esta es una película que tiene un mensaje especial dedicado a los niños y niñas, pero también dirigido al público más adolescente y a sus padres. Y es que muchos van a poderse ver reconocidos en esta historia. Y el mensaje que A. Sivertsen quiere enviar es, simplemente, que no hay que ser excelente en todos los ámbitos.

Además, él mismo asegura que hacer animación es “muy divertido”, que es “un gran periodo para la animación en el mundo”, y en esta aventura ha estado muy bien acompañado por un reparto formado por actores como Tobias Santelmann, Hennika Eggum Huuse o Kari Simonsen, entre otros.

Todos estos ingredientes, un mensaje claro, un elenco de actores de alto nivel y unos creadores igualmente increíbles, hacen de esta película, de Una familia de superhéroes (Superheroien familia en su traducción al euskera, idioma en el que también se ha estrenado esta producción) una opción ideal para toda la familia, una ocasión imperdible para disfrutar del cine de animación al tiempo que se reflexiona sobre la vida y las expectativas que no siempre se pueden cumplir y que no es necesario cumplir. Porque no se puede ser un superhéroe en todas las esferas de la vida, y tampoco es obligatorio.

La película

Una familia de superhéroes nos explica cómo si ya es duro para un adulto eso de “asumir responsabilidades”, para una niña de 11 años puede ser un reto apoteósico. A Hedvig le ha tocado ponerse en la piel, literalmente, de su padre, asumiendo el puesto de superheroína del pueblo”, explican a modo de sinopsis. Y es que es en esta tesitura en la que nos pone el prolífico y premiado cineasta noruego especializado en cine infantil Rasmus A. Sivertsen que, tras haber dirigido más de una decena de películas, anuncios y series de animación adaptadas y haberlas presentado en los más prestigiosos festivales como Annecy, Berlinale, Shanghai o Giffoni, entre otros, nos muestra con Una familia de superhéroes su primera obra original.