Las de la última fila es la historia de cinco treintañeras, amigas íntimas desde el colegio y que todos los años sin excepción organizan una escapada de una semana juntas. Este año ha surgido algo que les obligará a inventarse unas nuevas reglas del juego: a una de ellas le han diagnosticado un cáncer. Antes de empezar el primer ciclo todas deciden raparse la cabeza e irse juntas a pasar una semana a Cádiz. Y con la intención de que la experiencia sea todavía más inolvidable, ponen dos reglas. La primera, no hablar en ningún momento de la enfermedad, y la segunda, que cada una escriba en un papel qué le gustaría hacer si supiese que le queda poco tiempo y todas deben cumplir lo escrito.

A este respecto, Sánchez Arévalo cuenta que “les pregunté qué cosas harían si supieran que les queda poco tiempo de vida, frívolas, profundas o emocionales. Solo puedo decir que los seis papelitos que sacan son reales”. Ninguna de ellas supo hasta la última escena qué personaje era el que tenía cáncer. “Fue una decisión que tomé tras mucho pensar porque quería que todas lo vivieran en primera persona y aguantamos hasta el último momento”

Rodaje entre Cádiz y Madrid

Basada en su propia idea original, Daniel Sánchez Arévalo (AzulOscuroCasiNegro, Diecisiete) ha escrito y dirigido esta nueva serie, producida por Atípica Films para Netflix, que cuenta con seis episodios y se ha rodado en varias localizaciones de la provincia de Cádiz y Madrid.

El reparto principal de Las de la última fila está encabezado por Itsaso Arana (Reyes de la noche), Mónica Miranda (Todos los saben), María Rodríguez Soto (Los días que vendrán), Mariona Terés (Paquita Salas) y Godeliv Van den Brandt (Valeria). Todas ellas, según el propio Sánchez Arévalo, “han hecho crecer a los personajes”.

El reparto de Las de la última fila se completa con la participación especial de actores como Javier Rey (Fariña), Macarena García (Paraíso), Michelle Jenner (Los herederos de la tierra), Carmen Machi (Amor de madre), Antonio de la Torre (La trinchera infinita) y Melina Matthews (La Peste). Sobre Rey, Sánchez Arévalo explica que es la primera vez que escribe un personaje masculino sin “taras” y que se comporta “como debería comportarse cada hombre en este planeta. Un hombre que no existe: nadie es tan perfecto”, afirma.

Hablar del cine de Daniel Sánchez Arévalo es hablar de, sobre todo, tres nombres en lo interpretativo. Antonio de la Torre, protagonista en cuatro de sus películas (para rodar Gordos llegó a engordar 33 kilos); Raúl Arévalo, protagonista de tres títulos y con un cameo en La gran familia española; y Quim Gutiérrez, que ha intervenido en tres de los títulos del director madrileño. Los tres coincidieron en AzulOscuroCasiNegro, su película de debut.

Un reto “extraordinario”

“Para mí siempre es contar historias, me da igual novela que película, obra de teatro o serie –señala–, pero es verdad que el reto ha sido extraordinario en todos los sentidos: escribir los seis capítulos y dirigirlos todos, y la posproducción –de la que se habla poco–, solo, durante quince semanas, es duro, muy exigente, y tenía mucho miedo de no llegar”.

Daniel Sánchez Arévalo debutó en el cine con AzulOscuroCasiNegro, película con la que consiguió los Goyas a Mejor Dirección Novel, Mejor Actor de Reparto y Mejor Actor Revelación. En 2009 estrenó Gordos, su segundo largometraje, con el que Raúl Arévalo obtuvo el Goya al Mejor Actor Secundario. Llegó después Primos y en 2012 La gran familia española, que estuvo nominada a un total de doce premios Goya. Su quinta película fue Diecisiete, cinta que dirigió en 2019. Y ahora el director presenta el resultado de la que es su primera incursión en el mundo de las series, Las de la última fila. Porque hay viajes que te cambian la vida para siempre y hay vidas que te cambian los viajes para siempre.