La transición energética hace referencia al conjunto de cambios en los modelos de producción, distribución y consumo de energía para conseguir una mayor sostenibilidad. Es decir, se trata de proteger nuestro planeta generando energía con fuentes limpias y no con combustibles fósiles que se agotan. Y para ello, nuestros aliados son elementos como el sol, el calor de la tierra, el viento y el agua.
Energía hidráulica
La obtención de energía a través del agua no es algo nuevo, sino que se realiza desde hace un siglo. Además, actualmente es la mayor fuente de electricidad renovable en el mundo. A pesar de ello, las centrales hidroeléctricas se enfrentan a un problema de antigüedad que conlleva una posible falta de sostenibilidad. En cuanto a su futuro, en los nuevos proyectos se hace hincapié en la minimización de impactos sociales y medioambientales negativos. Esto ocurre con las masas de agua dulce.
Pero también se puede generar energía con el agua del mar. Así lo demuestra la Dragon 12, una nueva turbina que se mueve como una cometa pero dentro del agua para aprovechar el movimiento de la marea. Los aerogeneradores marinos se están convirtiendo en la opción preferida después de las placas solares, aunque no se pueden instalar en cualquier lugar, pues su tamaño puede llegar a ser como el de un rascacielos. No ocurre así con esta nueva pala, que ha sido diseñada por la empresa sueca Minesto, que mide 12 metros y pesa 28 toneladas. Esta turbina ya ha empezado a suministrar energía a la red eléctrica.
También en el mar se encuentra el sistema WaveRoller de la compañía finlandesa WA Energy, que consiste en una gran pala que convierte la energía de las olas en electricidad. Esta máquina trabaja a una distancia de entre 200 y 300 metros de la orilla, a unas profundidades que oscilan entre los 8 y los 20 metros con una potencia nominal entre 350 y 1.000 kW.
Otro proyecto que se podría incluir en cada playa es una hélice sumergida con la que está experimentando la firma francesa Sabella y con la que ha conseguido aportar el 50% de la energía necesaria a una población de 1.000 habitantes en la isla de Ouessant.
Por otro lado, incluso el agua que discurre por las tuberías de los edificios podría utilizarse para aportar energía gracias a una microturbina creada por la empresa InPipe Energy de Estados Unidos. Está disponible en varios tamaños, desde los 51 milímetros hasta los 2,4 metros para adecuarse a distintas tuberías de edificios, plantas de tratamiento de aguas residuales, desalinizadoras, etc.
Energía solar fotovoltaica
Desde hace unos años, la tendencia de colocar placas solares ha ido en aumento, especialmente en empresas y hogares para ahorrar en las facturas de la luz. Lo que ocurre es que esos paneles son rígidos y limitan a la hora de elegir su ubicación. Sin embargo, existen ya unos paneles del grosor del papel y flexibles para instalarse en superficies curvas. Este invento ha sido desarrollado por científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Jiangsu (China).
Geotermia
El calor de la Tierra quizá sea el elemento menos explotado para generar energía. En Islandia, por ejemplo, aproximadamente el 85% de los hogares se calienta con energía geotérmica ya que han sabido aprovechar este recurso y su orografía. Pero, ¿cómo se obtiene? Es necesario bombear el agua caliente del subsuelo y al llegar a la superficie, al perder presión, se convierte en vapor que hace girar una turbina y genera la energía. Después, el vapor se enfría, se condensa en agua y se devuelve al subsuelo para empezar de nuevo. Está relacionada con terrenos volcánicos y géiseres. Por eso, en lo que respecta a España, será en Canarias donde se llevarán a cabo los primeros sondeos de geotermia profunda.