La hormiga loca (Paratrechina longicornis) ha vuelto a tomar las calles de Barcelona. No es la primera vez que esta especie llega a la ciudad condal, ya que en febrero de 2020 fueron detectadas por primera vez en el puerto de la ciudad.

En aquel entonces se erradicaron mediante un tratamiento, pero ahora, cinco años más tarde, la especie ha vuelto a ser vista en Montjuïc y en el centro de la ciudad.

La hormiga loca, que es fácil de distinguir con una lupa gracias a sus largas antenas y enormes patas, está catalogada como una especie invasora originaria de África. Pese a ello, no se prevé que pueda tener un impacto grave sobre la biodiversidad porque es una hormiga principalmente urbana. Además, no supone un riesgo sanitario para la población, ya que no causa ninguna picadura.

En cualquier caso, estas hormigas se reproducen muy rápido y pueden recorrer grandes distancias para buscar alimento, pudiendo invadir casas, además de dañar las cosechas y alterar el ecosistema de la zona.

Ejemplar de hormiga loca E.P.

¿Cómo ha llegado a Barcelona?

La hormiga loca entra a los países a través del transporte de mercancías, sobre todo de frutas y verduras. A diferencia de los vectores de enfermedades tropicales, en este caso el cambio climático no tiene relación alguna, ya que estas hormigas son capaces de adaptarse a cualquier tipo de clima y entorno.

Se expanden a gran velocidad y desplazan a otras hormigas, tanto autóctonas como invasoras que habitan en la zona que invade, en este caso Barcelona.

La hormiga loca coexiste en la capital catalana con al menos cuatro especies de hormigas diferentes: la leona, la argentina, la faraón y la Lasius neglectus.

¿Llegará a Gipuzkoa?

Es importante tener en cuenta que este animal puede entrar a cualquier país de forma accidental en transportes de mercancías, comerciales y cargueros. Lo que explicaría la llegada de esta hormiga invasora a Barcelona.

Para evitar que la hormiga loca traspase fronteras, el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente señala que la medida de control para reducir, en cuestión de días, las poblaciones de la hormiga loca en un campo y en un momento dado, los expertos emplean cebos tóxicos

Pese a estas medidas, viendo que esta especie ha conseguido llegar a Catalunya desde África, ningún experto puede asegurar que no vaya a llegar a Gipuzkoa en un futuro.