Las últimas tormentas en Euskadi han causado inundaciones en algunos puntos de la geografía vasca: Elgoibar en Gipuzkoa, pero sobre todo en Bizkaia (Bilbao, Galdakao, Basauri o Balmaseda, entre otros). También para este lunes, Euskalmet ha activado el aviso amarillo por precipitaciones intensas que pueden superar los 15 litros por metro cuadrado en una hora. Pero, ¿cómo se forma una tormenta?

El responsable de Euskalmet, Jose Antonio Aranda, explica que se necesitan varios factores para que se desaten las tormentas: corrientes ascendentes de viento bastante fuertes, humedad, determinadas capas de la atmósfera con determinadas temperaturas… “Cuando hay situaciones de alta inestabilidad, cuando esas corrientes de viento cogen mucha velocidad hacia arriba, producen que las gotas de lluvia se vayan congelando a medida que suben. Esas partículas que tienen hielo van chocando con otras que tienen agua dentro de la propia nube”, señala este experto. “Esos choques hacen que se suelten los electrones, que normalmente van a la parte inferior de la nube y aumentan la diferencia de potencial con la tierra. Cuando esa diferencia llega a ser muy alta, salta la chispa y se desencadena el rayo, que puede ir a tierra o ser de nube a nube”, añade.

Normalmente, cuando se producen estos últimos, es señal de que una tormenta “se está formando”, mientras que cuando el rayo baja y alcanza la tierra, “significa que está descargando”. “Cuantos más rayos se están dando en una tormenta, más activa es”, precisa Aranda.

Tormentas, al menos, hasta el miércoles

Es prácticamente imposible predecir dónde se va a desencadenar una tormenta. “A nivel de predicción tienes una idea de qué zonas son más propensas en esa situación: los modelos te van dando dónde es más propenso a caer, y juegas con una especie de probabilidad, pero el que diga que va a caer exactamente aquí, está mintiendo, porque es imposible saber”, advierte Aranda, que añade que se trata de fenómenos “muy aleatorios” que “se forman y se deshacen muy rápidamente”. “La tormenta del domingo sobre Bilbao, por ejemplo, se formó en apenas 20 minutos”, señala.

Por eso, desde Euskalmet se hace un seguimiento continuo, “minuto a minuto”, a través del rádar y del sistema de medición de rayos, de la trayectoria que siguen, para así, poder alertar a las autoridades pertinentes. “Hay que mirar continuamente porque tienen una capacidad de crecer en poquísimos minutos y un sitio donde no hay tormenta se te forma una”, explica.

En este sentido, Aranda indica que, al menos hasta el miércoles, Euskadi seguirá teniendo una gran actividad tormentosa, aunque sin llegar a la intensidad del domingo: “A partir de hoy es difícil que sean muy fuertes, pero al menos hasta el miércoles sí se producirán tormentas fuertes en algunos puntos”.