Un año después de que su compañero Marc Hirschi (UAE) se adjudicara en 2023 la Ordiziako Klasika, el suizo Jan Christen ha entrado este jueves en la sala de trofeos para frotar y dejar el palmarés de la prueba goierritarra. ¿Quién? Sí, Jan Christen. Puede que su nombre no suene en exceso a quienes no siguen el ciclismo de forma minuciosa, pero hablamos de un corredor cuya presencia en la lista de ganadores resultará, a futuro, una bendición para los organizadores de la Agrupación Deportiva Chapel-Gorri.
Christen cumplió 20 años el pasado junio (nació en 2004), vive su primera temporada en el World Tour y, al margen de otras exhibiciones sin premio, ya ha levantado los brazos en tres ocasiones. Ganó una etapa del Giro d'Abruzzo en abril. Hace dos semanas se llevó el Giro dell' Apenino, clásica de un día. Y en Ordizia ha repetido victoria exhibiendo músculo, a lo grande y sin admitir dudas respecto a su superioridad. El pelotón ha llegado a la subida final a Abaltzisketa con el destacado Christian Scaroni (Astana) en el punto de mira. A partir de ahí, Christen solo ha tenido que atacar, burlar en las últimas rampas la resistencia del ecuatoriano Cepeda (Caja Rural) y rematar así una labor de equipo que ha convertido la Ordizia Klasika 2024 en la más rápida de la historia.
Fuga inicial
La jornada ha estado marcada de inicio por la tempranera fuga de tres buenos rodadores como Rémi Cavagna (Movistar), Thomas De Gendt (Lotto Dstny) y Rory Townsend (Q36.5). La calidad de los integrantes de la avanzadilla no hacía de esta una escapada cualquiera, y a ello cabía unir la renta de en torno a cuatro minutos que el trío cabecero disfrutaba a falta de 90 kilómetros para la llegada. Ante el peligro de la situación, Jayco AlUla y UAE han tenido que asumir la caza en el pelotón, imprimiendo un ritmo vivo que ha endurecido la prueba a partir del segundo paso por Ordizia (kilómetro 64).
Para cuando se ha producido el tercero, la ventaja ya había menguado al minuto y medio, sentencia para una escapada absorbida a 35 kilómetros de la llegada. El nivel de los ciclistas fugados y el hueco abierto han hecho dudar, por momentos, sobre si el gran grupo les daría caza, pero detrás trabajaba el mejor equipo del mundo, el UAE. Con una alineación alternativa, pero el mejor equipo del mundo al fin y al cabo. El pelotón se ha reagrupado de cara a la última vuelta al trazado largo, el que incluye la subida a Altzo, y precisamente ahí lo ha intentado Mario Aparicio (Burgos BH), sin éxito. Su ataque sí ha servido, sin embargo, para lanzar al citado Scaroni y a Harrison Wood (Cofidis), quienes ha contado con hasta 20 segundos de renta en el falso llano previo a Amezketa. Cuando la carretera se ha empinado, ambos han sido atrapados, primero el británico y luego el italiano.
El desenlace
Poco tenían que hacer en realidad, porque detrás ha llegado el certero ataque de Jan Christen, cuya rueda solo ha podido resistir en primera instancia un muy en forma Jefferson Cepeda. El tramo final de Abaltzisketa, en cualquier caso, ha resultado demasiado duro para este, y el suizo ha podido bajar en solitario hacia Zaldibia, consciente de que, si no sucedía nada raro, la victoria no se le iba a escapar. Ha podido celebrar el triunfo con tranquilidad, 22 segundos antes de que el italiano Vincenzo Albanese (Arkéa) diera tiempo al pelotón. Pau Miquel (Kern Pharma) ha completado el podio, siendo el segundo de un grupo perseguidor de 30 ciclistas en el que viajaban el mejor vasco y el mejor guipuzcoano de la jornada respectivamente: Jonathan Lastra (Cofidis, 18º) y Xabier Berasategi (Euskaltel, 20º).
