Un mundial a la memoria de Scarponi

donostia - En medio de la euforia, de un logro que trasciende la historia, de ese remolino de emociones, Peter Sagan honró la memoria de Michele Scarponi, fallecido por un atropello mientras entrenaba antes de disputar el Giro de Italia. Scaporni era un corredor muy apreciado en el pelotón por su sentido del humor y Sagan quiso dedicarle su victoria mundialista. Un gesto que realza aún más al campeón. Tal vez Scarponi le empujó en el último instante para verle vencer. “Se lo dedico a Scarponi, que mañana (por hoy) cumpliría años”, expuso el eslovaco, por tercera vez consecutiva campeón, una hazaña sin parangón en el memorándum del ciclismo. “Volver a ganar es increíble para mí. Siento algo especial, por supuesto. No cambia nada, pero es muy bonito, claro”, apuntó Sagan, quitándole brillo a una actuación colosal que le coloca sobre la peana de los más grandes. “Era difícil prever lo que podía pasar, el pelotón se rompió en tres o cuatro pedazos, los belgas lo echaron abajo y luego ya es cuestión de colocarse y pasa todo muy rápido. Quiero agradecérselo a mi equipo nacional y algunos amigos que tengo en otras selecciones también”, describió el flamante ganador, que también se lo dedicó “a mi mujer. Estoy muy feliz”. Sagan y su mujer esperan un hijo. La criatura llegará con tres mundiales debajo del brazo.

“El anticlímax” La felicidad del eslovaco contrastó con el amargo sabor de la derrota que envolvió a Alexander Kristoff, que a punto estuvo de derrotar a Sagan en Noruega, frente a sus vecinos. “He podido ganar la carrera de mi vida y ante mi propio público. Ser segundo es un pequeño anticlímax”, estableció Kristoff. “Yo he estado cerca, pero Sagan es una persona especial a la que es muy difícil ganar. Por algo es tres veces campeón del mundo”, admitió Kristoff, que después del primer sorbo de la derrota valoró en su justa medida la medalla de plata. “Pensaba que sería demasiado difícil. Así que puedo ser feliz. He estado muy cerca”, puntualizó.