solares. Kiko García, exciclista y mánager de Oakley al que Fernando Alonso pidió que cogiese las riendas de su nuevo equipo ciclista, le dijo al piloto que se tomaría unos días para pensárselo y que le daría una respuesta que, pasados esos días, ya tiene después de mirarse en el espejo para decirse que no podía dejar pasar ese tren, le llevase donde le llevase. El valenciano ya se ha subido a él para pilotar el proyecto de Alonso que sustituye a lo que quedaba del Euskaltel de toda la vida.
El tren sigue en la estación, cuando Euskaltel y Alonso anunciaron el principio de acuerdo al que habían llegado para la compra-venta del equipo ciclista. De ahí no han pasado. De que se cierre o no hoy depende en gran parte la visita de Kiko García y Alonso a la Vuelta, prevista para la etapa de mañana que finaliza en el Angliru. Estarán en la jornada más asturiana si tienen algo nuevo que contar, el acuerdo y lo que ello conlleva. Pero, mucho más importante aún que la presencia de ambos en la Vuelta, es que de ese acuerdo depende la dirección que tome el proyecto y el futuro de los miembros que integran el actual Euskaltel porque, de momento, solo es seguro que el futuro se asienta sobre la base de los 14 ciclistas que tienen contrato con Euskaltel para una o, en el caso de Samuel y Nieve, dos temporadas más. Del resto, directores, auxiliares, mecánicos o, incluso, corredores que acaban contrato, no se sabe nada. Nadie les ha llamado aún para decírselo porque su futuro depende, en gran medida, de la manera en que se cierre el acuerdo entre el grupo de Alonso y Euskaltel y tampoco saben a quién preguntar por su futuro. De momento, no hay nadie a quién llamar.
Hasta que se cierre la compra del equipo en las condiciones que sean, ni siquiera se puede dar una respuesta a los corredores con contrato que habían llegado a acuerdos con otros equipos.