donostia. Igor González de Galdeano no olvida por qué se bajó de la bicicleta en 2005. "Por la familia". Tampoco, por qué abandonó en marcha hace nueve meses el proyecto de Euskaltel-Euskadi que lideraba junto a Miguel Madariaga. "Por la familia y porque necesitaba aire". Ocurre que en poco tiempo, apenas unos meses, ha aceptado la propuesta de la empresa Euskaltel para regresar y volver a colocarse al frente del equipo. Galdeano habla sobre las razones de su regreso, su relación con Madariaga y el futuro inmediato del nuevo Euskaltel-Euskadi.
¿Recuerda por qué dejó Euskaltel-Euskadi hace nueve meses?
No, no lo he olvidado. El día que dejé el equipo ya dije que la razón principal era personal, pero también había motivos laborales. En aquel momento decidí reunirme por separado tanto con Miguel (Madariaga) como con Alberto García Erauzkin y ellos saben perfectamente cuáles son las causas. La cuestión es que necesitaba un descanso y ellos me entendieron. Seguramente, esa ha sido la razón de que hayan vuelto a contar conmigo en este proyecto.
¿Qué ha cambiado en tan poco tiempo para que vuelva?
El proyecto. Cuando me llamaron de Euskaltel me ofrecieron algo diferente donde entraba la Fundación y Miguel iba a tener su espacio. Me motivó que se fusionasen dos partes tan importantes: la experiencia de alguien como Miguel y su trabajo durante casi dos décadas y, por otro lado, la capacidad de gestión y el compromiso de una empresa como Euskaltel.
Sabe que hay quien piensa que cuando anunció su dimisión hace nueve meses lo que estaba haciendo es dar el primer paso para su regreso. ¿Tenía entonces premeditada su vuelta?
Sé que hay quien piensa eso, pero se equivoca. Mira, si mi marcha hubiese sido una patada a Madariaga como alguno ha interpretado, jamás habría regresado a un nuevo proyecto donde su aportación va a ser importante. No me preocupa lo que la gente crea. Yo sé que fui sincero con las personas que entonces lideraban el proyecto y ellos saben exactamente a qué se debió mi marcha.
Usted dice que fue motivado por el cansancio. ¿Qué le agotó?
Psicológicamente estaba al límite porque durante seis años la exigencia fue máxima. Entendí que ese agotamiento me lastraba y me impedía seguir en el proyecto al 200%, que es la única manera de llevarlo. Creí que era el momento de parar.
¿Qué le dijeron en Euskaltel cuando les dijo que se iba?
Que descansara.
¿Y no le dijeron que contaban con usted para el futuro?
Yo fui sincero con ellos y no les dejé tirados. Quizás por eso siempre han pensado en mí como una opción.
¿Qué ha estado haciendo durante estos meses?
Me he dedicado a la familia.
¿Exclusivamente?
Para mí la familia es lo primero. Cuando dejé la bicicleta en 2005, la primera motivación fue esa. La familia no se puede dejar a un lado por temas laborales.
Pero ha seguido en contacto con el equipo.
He ayudado en todo lo que he podido para que el equipo mantuviese la dinámica de los años anteriores.
Y un buen día, sin más, le llamaron de Euskaltel. ¿Ocurrió así?
Sí, así fue. Habían pasado tres meses desde que dejé el equipo y me preguntaron qué tal me iba, que estaban pensando en la continuidad del proyecto unido a la Fundación, pero que sería algo nuevo, diferente. Querían saber si estaría dispuesto a volver.
¿Qué les respondió?
Que me lo tenía que pensar.
Si usted dirigía el equipo cuando lo dejó, ¿su regreso no implica que las cosas van a volver a ser iguales?
No, porque cambia la gestión. Es otro modelo. Euskaltel tiene pensado hacer un equipo adaptado al nivel en el que peleamos.
¿Ahora no es así?
No es eso. Se trata de aportar más medios y desarrollar nuevos proyectos. Para eso hace falta continuidad. Es lo que pide el nuevo ciclismo.
¿Qué le motivó para regresar?
La magnitud de lo que me estaban planteando.
Alberto García Erauzkin confirmó el lunes que el presupuesto del equipo se incrementaría.
Es inevitable. Ahora mismo es lo que hay en el ciclismo. Si quieres un Mercedes no puedes pretender comprarlo al precio de un Simca. Y aún así, luego hay que tener la capacidad de hacer sostenible la inversión.
¿Habló con Miguel de su regreso?
Por supuesto. Con Miguel he tenido siempre una gran relación.
Cuando anunció su dimisión se dijo que una de las razones ocultas era su mala sintonía con él.
Sé lo que se dijo. Entiendo que la gente no comprenda que alguien que tiene un puesto de mánager general sea capaz de retirarse sin más explicación, pero los que dicen eso no me conocen. Siempre tuve una gran relación con Miguel y cuando decidí marcharme él fue el primero en escucharme, entenderme y apoyarme. Miguel no tuvo nada que ver con mi marcha.
¿Volver a ser mánager general no significa volver también a esa misma situación de la que huyó?
No, porque han hecho otra estructura más sostenible en la que las personas están por encima del proyecto, mientras que el único que era capaz de soportar y sostener el proyecto de Miguel era él mismo, lo que tiene un mérito incalculable que nunca sabremos valorar.
¿Decir que en el nuevo proyecto se cuenta con la experiencia de Miguel no es una forma sutil de ocultar que queda al margen?
Si Euskaltel es capaz de conseguir que Miguel se encargue de la base como lo ha hecho hasta ahora, creo que no estamos hablando de dejarle a un lado, sino de todo la contrario. En ese caso, sería una parte importante del proyecto. Miguel no está al margen, está dentro, muy dentro.
¿Lee los foros de ciclismo?
Algo leo y algo me llega.
Sabrá que su regreso es interpretado por muchos como una traición por su parte.
Lo he leído, pero eso no tiene fundamento. Ya he explicado los motivos de mi renuncia hace nueve meses y mi regreso ahora.
¿Por qué le eligió Euskaltel?
Siempre he tenido buena relación con la empresa. Alberto García Erauzkin me parece una persona seria y comprometida con la que siempre he tenido un feeling especial. Ellos sabrán por qué han confiado en mí, pero una de las cosas buenas que tengo es la experiencia. Para estar en el World Tour hay que conocer muchas cosas que Miguel me ha enseñado.
De todos modos, su elección estaba cantada. ¿No se tomó más tiempo del que se dice?
No lo sé. A mí me lo dijeron hace tres meses o así. De todas maneras, imagino que barajarían más opciones.
Euskaltel es una empresa de telefonía, ¿sabe realmente dónde se mete?
Lo saben, pero precisamente porque el ciclismo les es un mundo extraño cuentan con Miguel y conmigo. Está claro que tienen que delegar.
¿Por qué Euskaltel ha tardado tanto en decidirse a asegurar la continuidad del proyecto?
No lo sé, pero me imagino que habrá sido por la situación económica. Ellos pensaban desde el principio en un equipo que no solo pareciese del World Tour, sino que lo fuera de verdad. Eso conlleva una inversión importante, mayor, al menos, que la que se ha hecho hasta ahora.
¿La tardanza no tiene nada que ver con las conversaciones con la Fundación Euskadi?
Lo que Euskaltel quiere es hacer una unión con la Fundación, lo que no se consigue en un momento. Pero creo que esta misma semana se cierra todo el asunto.
García Erauzkin dijo que la decisión sobre la filosofía de cantera dependía de usted. ¿Se plantea abrir la puerta a ciclistas extranjeros?
Hay que seguir trabajando con los ciclistas vascos. Se ha demostrado que con ellos se puede ser World Tour. Lo que pasa es que la puntuación que ha establecido la UCI perjudica a equipos como el nuestro, de cantera. Eso nos deja dos alternativas: o intensificamos el trabajo de base para seguir nutriendo al equipo de buenos corredores, o asumimos que estamos expuestos a perder la categoría.
¿Puede este equipo seguir siendo World Tour sin romper su filosofía?
Si ahora mismo cogiésemos a todos los ciclistas vascos profesionales en el mismo equipo, no nos llegarían los puntos para ser World Tour.
Entonces, no queda otra alternativa que descender o fichar ciclistas de fuera.
No tan rápido. Ahora no es septiembre, que es cuando realmente se contabilizan los puntos. Sigo pensando que tenemos que seguir trabajando para conseguirlos. Pero es una realidad que ahora mismo no seríamos World Tour por méritos deportivos.
¿Se plantea no ser equipo World Tour para mantener la filosofía?
Ya lo barajamos, cuando estábamos apurados. Es un error dramatizar el hecho de no ser World Tour. El proyecto nace para estar entre los 18 mejores equipos del mundo, pero que nadie piense que solo fichando corredores extranjeros se consigue ser World Tour. Igual llegado el momento se plantea hacerlo y no hay en el mercado ciclistas que nos den los puntos que necesitamos.
¿Quiere decir que el equipo podría subsistir fuera del World Tour?
Sin duda.
Lleva tiempo trabajando en el nuevo proyecto, ¿qué es ahora lo más urgente?
Las renovaciones de algunos de los ciclistas importantes.
¿Quiénes son prioritarios?
Samuel, claro, pero también Antón, Landa o Ion Izagirre. Si les retenemos, junto a Gorka Izagirre o Sicard, que tienen contrato, hacen que el proyecto, de entrada, sea sólido.
¿Ha echado un vistazo al mercado?
Estoy en ello.
¿Le preocupa que Samuel se haya ido al Tour sin renovar?
No. Tengo buena relación con él, conoce el proyecto y quiere seguir.
¿Cuenta con Gorka Gerrikagoitia?
Por supuesto, en la dirección de un equipo hay pocos como él.