oñati. Su cara, fiel reflejo de la alegría tras conseguir el triunfo final en la Vuelta al País Vasco, Samuel Sánchez atendió de manera relajada a los medios.
¿Es la victoria soñada?
Ahora mismo estoy en paz conmigo mismo y con la afición. Con 34 años recién cumplidos he conseguido una de las victorias que más se me resistían. Siempre he estado rondándolo. Después de ganar siete etapas, haber hecho segundo una vez y tercero dos, yo creo que tocaba ya.
¿Tenían algún planteamiento especial para la contrarreloj?
Teníamos bastantes referencias, sobre todo con Tony Martin, que era el favorito número uno para poder ganar. Se hablaba mucho de que era una crono técnica, pero el llano también marcó las diferencias. Lo que queríamos era ganar la vuelta, no veníamos con la idea de ganar la contrarreloj.
El suyo es un triunfo que sirve como acicate en un momento delicado para el equipo.
Llega en un momento en el que el futuro es incierto, nada más. Esta situación la hemos vivido ya muchas más veces y creo que, como bien dije en noviembre, el ciclista lo que tiene que hacer es dar pedales y obtener resultados. Hasta el momento lo hemos hecho mejor que nunca; hemos tenido el mejor inicio de año desde que se creó este equipo. Hemos hecho segundos en la Volta a Catalunya ganando una etapa, acabamos de ganar la Vuelta al País Vasco con dos etapas y la regularidad, por lo que mejor imposible. Estamos dando motivos a los actuales patrocinadores para que sigan confiando en este proyecto y para que siga adelante. Mi ejemplo quizá sea el más claro de que se ha trabajo bien con la base. Siempre he sido un corredor de la Fundación Ciclista Euskadi, desde mi paso de juveniles al campo amateur de la mano de Miguel Madariaga y el trabajo bien hecho se ve con los resultados. Hoy se ve cumplido un sueño. Para este equipo es importante ganar la vuelta de casa. Una cosa es decirlo y otra es hacerlo, pero al final hemos conseguido algo que parecía imposible.
¿Cómo valora la actuación del equipo en la Vuelta al País Vasco?
De sobresaliente. Somos un equipo pequeño en presupuesto. Es lo que hay. Aquí hay equipos con presupuestos de 15-20 millones y corredores en sus filas que han sido fichados a golpe de talonario. Nuestro equipo ha sido capaz de enfrentarse a esas megaescuadras poniendo tesón, conociendo la carretera y motivándonos y mentalizándonos. Eso demuestra que nosotros hemos hecho el trabajo bien. Hemos planteado este objetivo como principal dentro de la temporada y al final lo hemos logrado. Mis compañeros se han volcado desde el primer día. Todos y cada uno de ellos han aportado su granito de arena y me han dejado a mí en una posición privilegiada para poder rematar el último día y conseguir la victoria.
¿Qué ha tenido en este año en comparación con los anteriores para poder lograr el triunfo en la Vuelta al País Vasco?
Quizá he llegado en un momento de forma poco mejor. Otros años siempre fallaba en la crono final. Se me preguntaba muchas veces qué año vi más cerca ganar esta Vuelta y fue cuando se impuso Cobo. Aquel año llegué en un estado de forma muy similar al actual pero una pájara el penúltimo día me dejó fuera de combate y, sin embargo, fui capaz de ganar la contrarreloj de Oiartzun. Este año no he tenido ningún día malo y he podido rematar.
Por todo lo que le ha costado lograr la victoria final en esta Vuelta, ¿dónde ubica entre todos sus triunfos el logrado en la Itzulia?
Esas comparaciones son odiosas y no se pueden hacer. Yo soy una persona a la que le gusta vivir el momento y lo bonito del ciclismo son estas cosas, como el poder estar en el podio con mis compañeros de profesión, con mi hijo, con el hijo de Purito… Hay que vivir el momento. La etapa de Luz Ardiden la viví en el momento; cuando gané los Juegos Olímpicos hice lo mismo y son cosas que van quedando ahí y que no se pueden comparar. Cada triunfo tiene su espacio en el tiempo y hay que saber disfrutarlo. El de la Vuelta al País Vasco lo estoy disfrutando ahora y es muy importante.
¿Le dedica la victoria a alguien en concreto?
La persona que más se alegra, incluso más que yo, de que yo haya ganado creo que es Miguel Madariaga. Es una persona que, a pesar de que su posición siempre ha estado en entredicho, gracias a él este proyecto es el más antiguo del pelotón UCI World Tour. Él ha sido capaz de tirar hacia adelante hasta día de hoy. Se merece esta victoria. Desde que me vio con 18 años corriendo en juveniles tanto él como su hijo apostaron por mí. Miguel me tendió la mano en ese momento y yo se la cogí. A partir de ahí yo supe aprovechar esa oportunidad. A partir de ahí creo que nadie me ha regalado nada y lo que he conseguido ha sido gracias al trabajo y al tesón que le he puesto. Miguel siente esta victoria como suya y yo se la dedico a él en especial.
Después de haber estado presionado durante muchos años, ¿esta ha sido una victoria de fe?
En el ciclismo no puedes darte por vencido, hay que ser constante y tarde o temprano las cosas llegan. A mí me ha llegado más tarde que temprano pero lo ha hecho, que es lo importante. A partir de ahora tengo la paz conmigo mismo y con la afición. También con la prensa, que me tachaban como favorito número uno pero nunca conseguía ganar. Ahora estoy ya más tranquilo porque tengo la foto que me faltaba en el salón.
Todo hace indicar que Miguel Madariaga no continuará el próximo año al frente del proyecto deportivo. ¿Ese hecho dificulta su continuidad en el proyecto?
A día de hoy no sabemos si va a haber proyecto. Estamos a la espera, todavía es muy pronto. Estamos a principios de abril, queda mucha temporada y creo que ahora mismo hay que seguir centrados en nuestro trabajo, que es dar pedales. En el momento que haya noticias habrá que manifestarse. Sé lo mismo que el resto, nada, y en el equipo tampoco se sabe qué pasará. Después de 13 años como ciclista profesional de Euskaltel-Euskadi y otros tres bajo la batuta de la Fundación, me gustaría acabar la carrera en este equipo o en este proyecto si sigue. Si no continúa, habrá que buscar acomodo en otro equipo UCI World Tour, pero yo confío en que va a seguir. Hay resultados, hay chavales que vienen pisando fuerte y no se les puede cortar la proyección que tienen. Vamos a ser cautos y dejar que la gente que trabaja en las oficinas haga su trabajo.
Pero se ha dado un plazo.
Yo soy un ciclista al que siempre le gusta asegurar. Mis contratos nunca se han caracterizado por coger la oferta económica más potente. Yo valoro más el estar en a gusto, en casa, cerca de los míos y sentirme querido. A veces el proyecto económico o deportivo pesa más que lo económico. Si no estas a gusto en un equipo no puedes rendir. Parte de mi éxito es gracias al buen entendimiento que ha habido con Igor González de Galdeano en el equipo. Es curioso que haya ganado la Vuelta al País Vasco sin estar él. Me imagino que lo habrá visto y estará muy contento. El plazo que me he dado sería el de intentar ir al Tour de Francia sabiendo dónde voy a correr el próximo año. Con esa tranquilidad me gustaría acudir a la ronda gala, a disfrutar. Uno de los objetivos de mi vida ha sido el de subirme al podio del Tour y ya lo he conseguido como vencedor de la montaña y me han dado tercero en el cajón. No como que me hubiese gustado, pero al final en los libros va ha aparecer, eso no lo puedo negar. A partir de ahora tengo que disfrutar de lo que haga y el plazo será de un mes o mes y medio.