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La Vuelta ultima la llegada a Arrate

TRas las dos primeras etapas en Navarra, la 3ª partiría de oion y acabaría en el santuarioAnteriormente el alto eibartarra ha sido final de etapa de la carrera española en dos ocasiones: 1972 y 1974

La Vuelta ultima la llegada a ArrateZigor Alkorta

donostia. Irrenunciable el regreso a Euskadi tras la gozosa experiencia de hace apenas unos meses -recuerden el éxtasis de Antón en Bilbao con el Vivero masificado o la deliciosa estampa en Urkiola un día después-, la Vuelta ultima el asentamiento de una de sus metas para la próxima edición en una de las cimas sagradas del ciclismo vasco: el santuario de Arrate.

Obsesión de Javier Guillén, director de la ronda española, que luchó, incluso, por incluirla en el recorrido de la pasada edición, la subida al santuario es el más plausible de todos los finales posibles en Euskadi. Cumple todos los postulados exigidos. Primero, porque ubicada en Gipuzkoa, salda la deuda que los propios organizadores estimaron que habían dejado pendiente este año, cuando el regreso a Euskadi 33 años después se materializó en una etapa vizcaina (Bilbao) y otra alavesa (Gasteiz). El nuevo paisaje político que dibujaron las elecciones municipales del pasado mes de mayo en Gipuzkoa, hace impensable la entrada del pelotón de la Vuelta a Donostia, gobernada por Bildu, partido posicionado en contra de que la carrera española volviera a pisar Euskadi. Una de las pocas localidades guipuzcoanas donde podría producirse el desembarco de la Vuelta es Eibar, uno de los reductos socialistas cuya alcaldía reposa sobre los hombros de Miguel de los Toyos.

Hay más elementos que avalan a Eibar, desde donde arranca la subida a Arrate, como final de etapa de la próxima Vuelta. El regreso a Euskadi de la carrera española fue liderado desde el primero momento por el nuevo Gobierno Vasco socialista, cuyo director de Deportes es Patxi Mutiloa. Motor en las gestiones para que la Vuelta acabara con tantos años de ausencia, Mutiloa, eibartarra, siempre ha estado muy vinculado a la enérgica actividad asociativa deportiva de la localidad armera, especialmente volcada en la pelota y el ciclismo. Eibar es la cuna del Memorial Valenciaga, la más prestigiosa de cuantas clásicas componen el calendario amateur. También de la legendaria Subida a Arrate, incrustada ahora en la Vuelta al País Vasco después de que esta se fusionara con la Euskal Bizikleta hace unas temporadas. De ahí, de la presencia de otra escalada a la cima guipuzcoana durante la temporada, llegaría el gran obstáculo de su inclusión en el recorrido de la Vuelta. Es una cuestión presupuestaria. De que el Ayuntamiento de Eibar debería prever dos partidas de idéntica cuantía para financiar ambos eventos.

Fuentes de Unipublic consultadas por este periódico no niegan el interés que desde el inicio ha mostrado la organización por llegar a la cima de Arrate durante la próxima edición. Tampoco que hayan, incluso, consultado por la conveniencia de realizar una única subida al santuario o dos, como viene ocurriendo en las últimas ediciones para disfrute de los aficionados, que ven recompensada su peregrinación con una pasada doble del pelotón. A ello se suma la predilección de Javier Guillén por el puerto, pasión que jamás ha ocultado. En una entrevista concedida a este periódico cinco día antes de que la Vuelta llegase a Bilbao, Guillén confesó: "Arrate me fascina". ¿Estaba allanando el camino? De todas maneras, Unipublic, que tampoco niega los contactos con el consistorio guipuzcoano y la apertura de conversaciones, rechaza que se haya cerrado un acuerdo, ni siquiera, que esté cercano a producirse.

Inicio en Pamplona Es la única pieza que no ha encajado. De momento. Todo lo demás cuadra de maravilla. También la ubicación de la subida a Arrate, que encajaría como un guante en la tercera etapa. Las dos primeras corren por Navarra. La Vuelta, ya se sabe, amanecerá en Pamplona con una crono por equipos breve. Y la segunda jornada discurrirá íntegra por terreno navarro. La tercera no abandonará Euskal Herria, otro de los deseos de Guillén. Todo apunta a que partirá de Oion, desde las bodegas Faustino V, que repetiría como punto de salida de la Vuelta.

Arrate tampoco es inédito en la carrera española, que escaló por ahí en la década de los setenta. Fue meta dos veces. En 1972 y 1974. En ambas ocasiones, el resultado fue idéntico: en la cima, el vencedor fue Agustín Tamames y de amarillo descendió hacia Eibar José Manuel Fuente, Tarangu.

Para la cuarta etapa de la próxima edición, cuya llegada ya está asignada fuera de Euskal Herria, probablemente en Cantabria, Unipublic desea, aunque de momento no tiene nada atado, una salida en Bizkaia.