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Menchov es el rival a batir

Samuel Sánchez retiene la tercera plaza tras un vibrante mano a mano con el ruso del Rabobank

Ax3 Domaines. Al poco de comenzar Ax-3 Domaines, Ivan Basso, el ganador del Giro, se deja vencer por el sufrimiento y sin que pase nada se aleja del grupo de los favoritos y del podio. Más arriba es Leipheimer, las esperanza de Johan Bruyneel, el que afloja el pedaleo. Y un rato después, Gesink, el joven escalador holandés, tiembla, se duele y se descuelga. La oportunidad la ven Samuel Sánchez, Denis Menchov y Jurgen Van den Broeck, los otros tres ciclistas que se pegan por las migajas que dejan Andy Schleck y Alberto Contador, el último cajón del podio de París. "Denis y yo hemos tratado de aprovechar la situación. Se trataba de poner tierra de por medio con los demás rivales en esa pelea por el podio", explicaba el líder de Euskaltel, quien se enzarzó en un lucha descubierta con el ruso de Mutilva mientras Andy y Contador se descolgaban y les dejaban marchar.

Atacó finalmente Menchov y a Samuel, menos explosivo, le costó "un triunfo regresar a su rueda". Finalmente, llegaron juntos, a 54 segundos de Riblon; 14 segundos por delante de un grupo en el que viajaban Andy, Contador, Purito, Gesink y Van den Broeck. Leipheimer perdió 59 segundos con el dúo. Basso, una eternidad: 1:34. "Hemos sacado tajada", se felicita Samuel.

"El tiempo con Andy y Contador no va a ninguna parte. Ellos son inaccesibles", dice el ovetense en meta. "Contador está pletórico y lo que han hecho hoy es cosa suya, de su batalla personal. Yo me preocupo por lo mío, que bastante tengo". Tener, de momento, tiene un sueño medio realizado, pues a falta de tres etapas pirenaicas sigue en el podio provisional, mantiene los 13 segundos de diferencia con Menchov y amplía a un minuto el margen con Van den Broeck, la gran sorpresa; a 1:56, con Gesink; a 2:20, con Leipheimer, y a 2:28, con Purito. "Está bien, pero sigo igual que antes. Hemos metido tiempo a algunos rivales, pero otros siguen ahí, como Menchov. Necesito meterle más tiempo, de lo contrario, en la crono de Burdeos va a resultar imposible aguantarle. Él es mejor contrarrelojista que yo", reflexiona Samuel, que escucha hablar de la etapa de hoy, el terrible Port de Balés -19,3 kilómetros al 6,1%- a 21 kilómetros en bajada, sinuosa y peligrosa, de la meta de Bagneres-de-Luchón, y se le enciende la mirada, le aflora y una ligera sonrisa pícara, pero le asiste la prudencia en la palabra. "¿Buena oportunidad para mí? Claro, si te asisten las fuerzas, cualquiera de las etapas del Tour son oportunidades", razona, y habla de que es difícil controlar las escapadas, que están llegando todas y que hoy puede ocurrir más de lo mismo, lo que sugiere que Samuel sigue pensando en un triunfo de etapa mientras se parte la cara por el podio con su viejo amigo Menchov, el ruso al que acompañó en el podio de la Vuelta a España de 2007. -