MADRID. Diez etapas de montaña, con los míticos Mortirolo, Zoncolan y Gavia incluidos, 6 llegadas en alto, 8 etapas de más de 200 kilómetros, una contrarreloj por equipos y tres individuales, incluida una cronoescalada, componen un duro menú propicio para un corredor completo, apto en la lucha contra el reloj y con altas cualidades de escalador.
Ante las ausencias del ruso Menchov, ganador en 2009 y de Alberto Contador, su predecesor, el abanico de posibilidades se abre para ciclistas experimentados que han sobrepasado con creces la treintena de años. Entre ellos se encuentra el abulense Carlos Sastre, un corredor "renovado" física y mentalmente después de su aciago 2009, en el que terminó hastiado la temporada.
Después de 8 meses de descanso y con tan solo 8 días de competición, el vencedor del Tour 2008 llega a Amsterdam con dudas, pero con nuevas ilusiones y hambre de bicicleta. Tercero hace un año con dos triunfos de etapa, el míster top ten de las grandes vueltas se propone luchar por el podio, con jornadas golosas de montaña.
Una oportunidad importante para Sastre, líder del Cervélo, conocedor de que no encontrará en el Giro los rivales más importantes del pelotón internacional. También lo será para el australiano Cadel Evans, campeón del Mundo y vencedor de la Flecha Valona. El maillot arco iris, ahora en el BMC, sueña con el primer escalón de una grande, ya que los lugares aledaños los ha frecuentado en el Tour y Vuelta.
Alexandre Vinokurov llega al mando del Astana espoleado tras sus triunfos en el Giro del Trentino y Lieja-Bastoña-Lieja. A sus 36 años ha vuelto después de dos de sanción y pide una oportunidad para demostrar sus posibilidades. Contador le espera como primer ayudante en el Tour, pero el kazajo quiere dejar su sello en la carrera rosa.
El italiano Ivan Basso cierra el cartel de favoritos. El líder del Liquigas, de 32 años, será la esperanza italiana. Después de su quinto puesto del año anterior y el cuarto en la Vuelta, el varesino quiere terminar en casa dentro de los puestos de honor.
Junto al grupo de ilustres veteranos la juventud asomará de la mano del italiano de Vincenzo Nibali, otra opción del Liquigas de Basso. El vencedor del Tour de San Luis tiene montaña suficiente para estar con los mejores. Además en las cumbres deberá aparecer el colombiano del Duquigiovanni José Serpa y tal vez el británico Bradley Wiggins, la sorpresa del pasado Tour.
La afición italiana no podrá disfrutar de Franco Pellizotti, tercero en 2009, apartado por el pasaporte biológico, pero aún espera los últimos zarpados de los Stefano Garzelli, Damiano Cunego y Gilberto Simoni, en principio destinados a papeles secundarios. El Caisse D'Epargne acude a la cita con Marzio Brusghin y David Arroyo como bazas, sin olvidar al joven escalador colombiano Rigoberto Uran. El talaverano aspira a mejorar la décima plaza de 2009. Además, Daniel Moreno, en el Omega Pharma, deberá demostrar que puede asumir responsabilidades en la general.
En materia de esprinters, el Giro 2010 ofrece una buena colección de guepardos en ausencia del rey mark Cavendish. Disputarán las victorias por velocidad el alemán André Greipel, con los galones del Columbia, el estadounidense Tyler Farrar, el australiano Robbi McEwen y los italianos Alessandro Petacchi y Filippo Pozzato. La alergia mantiene como duda a Oscar Freire, consagrado en Tour y Vuelta pero con la asignatura pendiente de ganar en el Giro.
Amsterdam pondrá en marcha el Giro con una contrarreloj de 8,4 kilómetros que vestirá de rosa al primer líder. Después de tres días de transición por tierras holandesas el pelotón disfrutará de la primera jornada de descanso. Ya en Italia tendrá lugar una cuarta etapa contrarreloj por equipo de 33 kilómetros.
En la segunda semana empieza la fiesta de la montaña con final en en el Terminillo, pero serán jornadas para atacantes y esprinters que incluyen una meta en Cesenatico, donde se rendirá homenaje a Marco Pantani. La localidad natal del mítico escalador será la puerta de entrada de la alta montaña.
LOS DOLOMITAS
El sábado 22 el Giro entra en Los Dolomitas, escenario elevado de las grandes etapas de la 93 edición. Como aperitivo aparecerá el Monte Grappa (8,4 kms al 9,7 %) en la decimocuarta etapa, previo al terrible Monte Zoncolan (10,1 kms al 11,9 %), que ya se subió en 2003 y 2007, con pendientes al 22 por ciento.
Este puerto debería establecer una selección entre la jerarquía, aunque no será decisivo, ya que dos días más tarde y tras una jornada de descanso, llega la cronoescalada a Plan de Corones (12,9 kms al 8,4 %).
El miércoles 26 llega otro final en alto en Pejo Terme, con el ascenso anterior del Mortirolo, para muchos el puerto más duro del ciclismo europeo. Dos días después la llegada en la cima de Aprica.
La última etapa de montaña se disputará el sábado 29, con un recorrido temible que incluye cuatro puertos: el Forgola di Livigno, el Eira, el Foscagno y el Gavia, con llegada empinada en Ponte di Legno. Por si no está clara aún la general el Giro se cierra con una cronometrada individual de 15 kilómetros en Verona.