La boca es un lugar del cuerpo privilegiado. Por la boca muere el pez, bocachanclas, bocazas, piquito, beso, besazo, vómito. Todo se hace por la boca. Hasta comer. Y si no comes, te mueres. Vamos por partes. Y empezamos por partir la boca, tapar la boca. Trump, sí, Donald Trump, ese truhán que, para ponerse a su altura, merece la pena que se la rompan, pero como somos un poco más educados y sensibles que él, vamos a dejar en taparle la boca. ¿No hay nadie capaz de tapar esa bocaza de nazi alemán? Si muchos querían ver ese país hermoso, como es EEUU, va a conseguir quitar las ganas a muchos. Son los propios americanos quienes lo tienen que hacer porque hay gente encantadora e inteligente, pero han elegido ese monstruo, que en sus relaciones diarias tiene que ser eso…