Ingenieros a la fuga

Recientemente se publicaba un estudio según el cual en los últimos tiempos ha decrecido la cantidad de personas empleadas en la industria vasca y, sin embargo, ha aumentado el número de funcionarios. Yo, por ejemplo, soy ingeniero técnico reconvertido recientemente a funcionario, de momento interino y aspirante a ser de carrera con el tiempo. Yo acabé mis estudios a finales del pasado milenio y, después de pasar por varios trabajos, acabé en una pequeña ingeniería en la cual desarrollé mi carrera laboral durante unos años hasta que comencé a hartarme de las malas condiciones laborales que sufrimos en nuestra profesión los que trabajamos por cuenta ajena. Me atrevería a afirmar con cierta seguridad que tenemos uno de los peores convenios que existen a nivel estatal con, por ejemplo, un máximo de horas trabajadas anuales de 1.792, casi el máximo permitido. Y, a veces, trabajando horas extra sin ningún tipo de retribución a cambio. Llegado a este punto de desmotivación, tomé la decisión de prepararme para opositar y acceder a trabajar en alguna de las administraciones, aun siendo consciente de que iba a ser un camino largo. Afortunadamente, creo que he tenido suerte, he conseguido sacar todo esto adelante y actualmente me encuentro trabajando como funcionario interino en el Gobierno Vasco de auxiliar administrativo. Y no soy el único, cada vez somos más los ingenieros que optamos por ello. Esto debería hacer reflexionar y pensar un poco sobre uno de los porqués de la escasez de personal cualificado en la industria. Seguro que no es la principal razón pero es una realidad social que ahí está y alguien se debería preguntar qué está pasando e intentar tomar medidas. Difícil, sí. Imposible, no