Estamos en tiempos de fiestas: sanjuanes, sanpedros, sanfermines, magdalenas, sanignacios, San Esteban, andramaris, Semana Grande… Pertenece al escritor holandés Philip Bosmans este pensamiento: “El arte de la vida es ser feliz con poco”. 

En una sociedad de producción y de consumo fuertemente arraigada, conformarse con poco es muy difícil. Son tantas y tan apetecibles las cosas que se producen y se consumen, que quedar al margen nos parece una tragedia. Pensamos que la felicidad consiste en poseer y disfrutar de cuantas más cosas mejor. Y, no obstante, Bosmans nos dice lo contrario: la felicidad la encontrarás si te conformas con poco. ¿Tendrá razón? Y el verano está para disfrutar de la amistad y del descanso. 

Está claro que el trabajo de un año, el trabajo que sea, cansa, o hasta algunos dicen, “estresa” como tan bárbaramente se dice ahora. Pero es una pena perder el humor, la alegría, la fiesta, por una discusión casi siempre trivial o por una tontería sea seria o superficial. 

Hay una canción renombrada que dice “Dale a tu cuerpo alegría Macarena…”. Sólo le corrijo una cosa: Dale a tu vida alegría, Macarena o Iñaki, Pili, Andoni o quien seas. ¡Feliz verano! En fiesta permanente en el corazón y en el rostro. Termino mi carta con otro pensamiento de Bosmans, muy relacionado con el primero: “La vida se vuelve una fiesta cuando sabes disfrutar de las cosas normales”.