La Casa de las Mujeres de Donostia es un equipamiento municipal esencial. Nos ofrece un lugar en el que tejer redes y puntos de encuentro que tanto necesitamos las mujeres; no solo un espacio físico, sino un espacio para la comunicación y las alianzas. Y decimos que es una herramienta imprescindible, teniendo en cuenta que debe ser accesible para todas las mujeres, y, por desgracia, estamos dejando a muchas de ellas fuera.Además de los proyectos y formaciones, la Casa de las Mujeres ofrece asesoramiento a las trabajadoras del hogar, asesoramiento jurídico (violencia machista, extranjería, atención a la tercera edad), apoyo psicológico, apoyo al empoderamiento de las mujeres con discapacidad, asesoramiento para la homologación de estudios, asesoramiento de sexualidad... Si consideramos estos servicios como esenciales, debemos estar cerca. Hace once años se nos ofreció una casa de 2.000 m2, el equipo de gobierno nos adjudicó el edificio de Villa Soroa, y todavía estamos "provisionalmente" en un local de 300 m2. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así?Hay también quien tilda nuestra petición de elitista por reclamar que el local esté situado en el centro de la ciudad. Si queremos llegar a todas las mujeres, y especialmente a las más vulnerables, son condiciones indispensables la cercanía y accesibilidad de la Casa de las Mujeres. Por todo ello, necesitamos urgentemente una Emakumeen Etxea, adecuada, céntrica y más grande.